[1][2] En 1899, la enfermera estadounidense Letitia Mumford Geer inventó una jeringa que se podía manejar con una sola mano y que es el sistema usado desde entonces.
[3] La jeringuilla desechable de plástico que utilizamos en la actualidad es un invento del español Manuel Jalón.
Normalmente se la llena introduciendo la aguja en el líquido y tirando del émbolo.
El proceso de administrar una sustancia con una jeringa se llama inyección.
Por tal motivo, se le suele llamar también inyector o inyectadora.