Según Macouzet (2008), la palabra anestesia está formada por dos raíces griegas: an y estesia= sin sentir.
Los anestésicos son sustancias que inducen la incapacidad temporal de percibir un estímulo porque actúan en el sistema nervioso periférico o central (cerebro) para poder reprimir las respuestas al dolor, la presión y el tacto.
Pueden aplicarse sobre las mucosas, de manera subcutánea (infiltración) o sobre un tronco nervioso (regional).
La importancia de esto se demuestra por el hecho de que cuando se le pide a los pacientes nombrar los factores más importantes a la hora seleccionar a un dentista, los dos más importantes son: Desafortunadamente, para no causar dolor, los anestésicos locales tienen que ser inyectados usando el cartucho, la jeringa y la aguja.
Esto provoca miedo a las agujas (tripanofobia) y sus consecuencias, es decir, la aparición de síncope u otras emergencias médicas durante la inyección del anestésico local.
La mepivacaína, prilocaína, bupivacaína y etidocaína comienzan a desarrollarse, mientras que 1973 la articaína se sintetiza.
[8] El anestésico se deposita sobre tejidos blandos que cubren la zona a tratar.
Hay diferentes clases de anestesia por infiltración: a) Supraperióstica: El anestésico es depositado antes del periostio.
La elección de la técnica específica depende del tipo de tratamiento a realizar y pueden utilizarse las siguientes: Malamed (2013) menciona que hay diferentes técnicas de inyección mandibular, como las siguientes: Malamed (2013) da las siguientes recomendaciones para lograr un buen efecto anestésico: Debe tomarse en cuenta el estado físico y mental del paciente, además de realizarse una historia clínica completa y tomar las siguientes consideraciones: Otros puntos importantes a considerar en la selección del anestésico son: 1.
Enfermedades previas Principalmente enfermedades sistémicas: Es muy común atender pacientes con problemas diferentes y condiciones sistémicas particulares, por lo que se debe conocer el anestésico local adecuado para cada uno, sus interacciones medicamentosas y si hay contraindicaciones o se requiere de ciertos cuidados.
Lo importante en los pacientes asmáticos es reducir el estrés, ya que esto va a producir broncoconstricción, presentando los siguientes signos y síntomas: disnea, pillido al respirar, cianosis, taquicardia y mayor ansiedad.
Pacientes que ya lo toman tienden a presentar niveles de lidocaína más elevados; la combinación debe evitarse.
Pacientes con problemas hepáticos significativos Uso juicioso del anestésico, y a dosis menores que las ponderales.
Pacientes con autismo Se manejan de forma similar a los pacientes no cooperadores, mas en este caso se debe al hecho de que el autismo puede generar hipersensibilidad.
Sin embargo, puede ser útil en el tratamiento de los niños pequeños o pacientes con necesidades especiales que pueden ser propensos a las lesiones autoinfligidas mientras que los tejidos permanecen adormecidos.
[11] Otero Cagide (2003) menciona las siguientes complicaciones locales: 1) Dolor: Provocada por la inyección en un ligamento, músculo, glándula parótida o en la ATM.
Otra causa es la inyección demasiado rápida que produce distensión de tejidos y dolor.
2) Trismus: Consecuencia de atravesar con la aguja algún músculo, ligamento o aplicarles el anestésico.
4) Necrosis de la mucosa: Generalmente sólo se detecta en paladar duro, donde la membrana es muy rígida y poco elástica.
Pequeñas cantidades de anestésico local pueden elevar la presión intraepitelial, produciendo isquemia tisular.
Estas necrosis son producidas por inyección a mayor presión o por altas dosis de vasoconstrictores.
Los síntomas de alarma tales como dolor tipo toque o la parestesia en ocasiones no aparecen.
Este efecto no requiere ningún tratamiento debido a que los signos desaparecen al eliminarse el anestésico.
Si se llega a dar una inyección intraarterial, el anestésico alcanzará al sistema nervioso central por vía retrógrada.
Los causantes pueden ser los conservadores, los radicales laterales o el anillo de benzeno.
F) Dolor posoperatorio en el sitio de la punción: Puede ser provocado por utilizar agujas despuntadas, una inyección rápida, o introducir algún antiséptico a tejidos.
Si la infección se disemina a otras regiones el paciente podrá presentar abscesos, trismus, dolor, fiebre, entre otros.