Warfarina

La warfarina (warf corresponde a las iniciales de Wisconsi Alumni Research Foundation, financiando la investigación, y el arina final hace referencia a la cumarina) es un medicamento anticoagulante oral que se usa para prevenir la formación de trombos y émbolos.

[3]​ La warfarina fue descubierta por Karl Paul Link y su equipo en 1948, cuando estos estaban investigando el compuesto en la Universidad de Wisconsin.

Además, se han comunicado casos de malformaciones en los niños cuyas madres fueron tratadas con warfarina durante el embarazo (condrodisplasia punctata, agenesis del cuerpo calloso, malformación de Dandy-Walker y atrofia cerebelosa).

También se han comunicado abortos espontáneos y una mayor incidencia de mortalidad infantil.

[7]​ Se administra para prevenir trombosis venosa y embolia pulmonar en pacientes de alto riesgo, como los que ya han padecido este tipo de coágulo aberrante o los que se han sometido a ciertos procedimientos quirúrgicos.

[8]​ La dosificación específica que mantiene el nivel de anticoagulación terapéutico depende de factores como edad, dieta, predisposición genética e interacciones con otros fármacos, así que se determina empíricamente.

[11]​ Generalmente se administra heparina, un fármaco anticoagulante que tiene un efecto casi inmediato, durante 5 días al menos al comienzo de la terapia, hasta que la INR se estabilice a un nivel adecuado.

Por eso, la sangre de los pacientes que toman warfarina no puede coagular tanto como lo normal.

La anticoagulación oral se asocia con un riesgo elevado de hemorragia severa, que puede ocurrir externamente o en sitios internos como el cráneo y el tubo digestivo.

[14]​ Este riesgo aumenta con edad, la presencia de otras enfermedades y el tratamiento simultáneo con aspirina, antiinflamatorios no esteroideos, o drogas antiplaquetarias.

[8]​ La terapia con warfarina debe ser reducida o suspendida hasta que la pérdida de sangre se controle.

[9]​ También otros medicamentos pueden interferir con el metabolismo de la vitamina K u ocupar sitios en las proteínas plasmáticas que se unen a la warfarina, desplazando a esta y aumentando súbitamente la concentración de warfarina en el plasma.

A diferencia de la heparina, la warfarina puede cruzar la placenta y entrar al torrente sanguíneo del feto.

[8]​ Aumenta la tasa de aborto espontáneo en un 24% e interfiere con el desarrollo normal del feto.

[17]​ El tratamiento con warfarina debe interrumpirse en las semanas anteriores al parto anticipado, porque sus efectos anticoagulantes pueden causar hemorragia cerebral en el feto.

Luego, una quinona reductasa reduce la vitamina K1 a la forma hidroquinona, que puede participar en la carboxilación de nuevo.

[13]​ Generalmente se administra en una mezcla racémica de dos enantiómeros, con la forma S siendo la más activa.

Las concentraciones de warfarina en el plasma fetal son próximas a las de la madre, si bien el fármaco no ha sido detectado en la leche materna, Aproximadamente el 99 % del fármaco se une a las proteínas del plasma.

Metabolismo: la eliminación de la warfarina se realiza casi completamente por metabolización por las enzimas microsomales hepáticas (citocromo P-450) originando metabolitos hidroxilados inactivos o reducidos.

La warfarina es inodora e insípida y resulta efectiva cuando se la presenta mezclada con alimento en cebos tóxicos, porque el roedor retorna al lugar para continuar alimentándose del cebo por un período de tiempo hasta acumular la dosis letal (estimada en 1 mg/kg/día durante alrededor de seis días).

El ataque del fenóxido en el grupo éster conduce a la ciclación y la formación de la cumarina.

Algunas de las presentaciones de la warfarina, en comprimidos de 5 mg (rosados), 3 mg (azules) y 1 mg (marrones).
Etiqueta de advertencia en un tubo de rodenticida depositado en un dique del río Escalda en Steendorp, Bélgica . El tubo contiene bromadiolona , un compuesto de segunda generación ("super-warfarina") anticoagulante.
Síntesis de la warfarina.