Por otra parte, puede interferir con la alimentación, el habla, la higiene bucodental y podría alterar la apariencia facial, causando un aumento del riesgo de aspiración.
En el trismo la apertura de la boca humana puede ser disminuida a "un dedo" o totalmente.
El trismo puede también encontrarse acompañando procesos infecciosos bacterianos en la faringe como ocurre en los casos de anginas por tonsilitis abscedantes.
Además pueden producirse trismos tras cirugías bucales de duración prolongada como la exodoncia o extracción de las muelas del juicio, debido al prolongado tiempo en que la operación obliga a mantener abierta la boca, y en tal caso el problema generalmente mejora tras unos pocos días.
Entre otras causas o etiologías un trismo puede deberse a la acción del veneno de arañas del género Latrodectus ("viudas negras"), al tétanos o a la intoxicación por fósforo.