La mayoría de los tumores que se forman en el corazón no son cancerosos.
Esta enfermedad se detecta entre el primer año y los 7 años de edad.
Es poco usual y no se da más que en un porcentaje muy pequeño de la sociedad.
En la mayoría de los casos, el diagnóstico se basa en la historial clínico, la ecocardiografía, la tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Los tumores cardíacos a menudo se diagnostican por primera vez después de que el paciente ha sufrido un accidente cerebrovascular, una embolia causada por el tejido tumoral desprendido.