Se ponían al servicio del rey, pero este no era el propietario.
las quintas partes" Otro apéndice son las Ordenanzas penales para el servicio de la marina, formadas por 39 artículos que llevan esta rúbrica: "capítulos del Rey Pedro sobre los hechos y actos marítimos", promulgados en Barcelona por orden real el 1430 y que fueron dictados por tres notables marinos barceloneses: Bernat de Cabrera, Jaume Boscà y Joan Llompart.
Como mínimo a partir del siglo XII, los catalanes construyeron las "galeras catalanas", haciendo un uso extensivo de ellas para las guerras con las diferentes repúblicas marítimas (como enemigas o como aliadas) o para el comercio con la mayoría de puertos del Mediterráneo, garantizando las rutas comerciales con los consulados de catalanes.
Los hombres de armas constituían la guardia del almirante, en combate, nunca tenían que dejar desamparado, hasta perder la vida.
Su armamento ordinario eran los ya mencionados ballesteros, excepto aquello que dispusiera el almirante.
El mismo armamento tenían que llevar los ballesteros de oficio en naves menores.
Tartana en español y en la mayoría de lenguas europeas (aunque en algunas cambia a tartane o tartan) es un pequeño barco mediterráneo de vela latina (o aparejo proa-popa) empleado entre los siglos XVI y XIX.
Bajas de bordo, las tartanas medían entre 16 y 20 m, con un mástil perpendicular a la quilla plantado en medio, en el que se izaba una vela latina (vela maestra) y un foque llamado polacra.
[26] Se tiene una referencia de tartana como embarcación en 1313 en Cataluña, en la que el rey del Rosellón y Mallorca mandaba: "no gausen pescar en lo mar del senyor rey ab tartanes".
[34] Pero está aceptado por Corominas y otros que defienden que su etimología es occitana por empréstito del significado, dado que la misma palabra tartana designa también al ratonero común o a otras aves de presa, y su origen sería onomatopéyico al imitar el grito del ave cuando caza.
En la batalla de Lepanto los catalanes (entre otros) experimentaron con óptimos resultados las galeazas hechas en Barcelona.
[44] En Cataluña hay referencias de su fabricación desde la mitad del siglo XIV hechas de vidrio transparente catalán según las fórmulas del alquimista Guillem Sedacer, empleando como fundente la sosa obtenida quemando la barrella (sus cenizas disueltas en agua y coladas con un cedazo han sido la base de la "colada" para lavar la ropa desde el Neolítico).
La barrella crece en el litoral catalán desde Orihuela hasta Montpellier y los manuales italianos para la fabricación de vidrio (La Sedacina y el Arte Vetraria) dicen: "bisogna comprare la soda di Spagna".
Este punto es capital para saber la lengua del original, ya que no le dice "para traducirlo a la lengua catalana" que era la más importante —por ser la suya.. implicando que no le hacía falta ninguna traducción al catalán—; por otro lado, si hubiera tenido en Cataluña una copia en lengua catalana no habría pedido el original de su hija, ergo el manuscrito de Yolanda de Aragón estaba en catalán.
La Cruzada pisano-catalana a las islas Baleares, que en la época eran una taifa musulmana, consistió en una expedición en represalia por los actos de piratería cometidos por los musulmanes que la habitaban, llevada a cabo por Ramón Berenguer III y sus aliados, en 1114.