Bajo Carlos de Anjou, y su sucesor Carlos II, el norte se privilegió frente al sur e incluso la capital se trasladó de Palermo a Nápoles.
En 1282 el influyente noble siciliano Juan de Procida, que había sido médico del rey Manfredo, organizó la revuelta general contra los angevinos que estalló el 30 de marzo de 1282 conocida como vísperas sicilianas.
Pedro desembarcó en Trapani el 29 de agosto cuando la ciudad estaba a punto de rendirse y entró en Palermo al día siguiente, levantando el sitio de Mesina.
Roger de Lauria supo que las galeras angevinas de Carlos II de Anjou comandadas por los almirantes provenzales Guillermo Cornut y Bartolomé Bonví pretendían socorrer la Ciudadella de Malta asediada por los aragoneses comandados por Manfred Llança, hermano de Conrad Llança,[6] y fue a su encuentro con galeras tripuladas por sicilianos y ballesteros,[7] catalanes,[8] encontrándose en el puerto el 7 de junio de 1283, envió un mensaje pidiendo la rendición.
Al día siguiente al amanecer combatieron en las aguas del puerto, y a mediodía, el almirante Guillermo Cornut,[2] viendo su derrota, se decidió a embestir la nave capitana de Roger de Lauria, abordándola por la proa y muriendo en los combates en cubierta.