Huayna Cápac
Huayna Cápac[1] (en quechua: Wayna Qhapaq ‘magnánimo joven’)[2], nacido como Titu Cusi Huallpa, (Cuzco o Tomebamba, ca.Fue el propio Pachacútec, el prestigioso fundador del Tahuantinsuyo, quien lo designó futuro soberano, demostrando una absoluta preferencia por el prometedor nieto sobre otros posibles pretendientes, tanto que participó, siendo aún un niño, en ritos y ceremonias habitualmente reservadas para los máximos exponentes de la nobleza incaica.Más tarde ésta declaró que el Inca había cambiado de opinión recién cuando estaba moribundo y con la razón perdida.En cuanto al pequeño Cápac Huari, no se le hizo ningún daño debido a su inocencia.Para esto, asumió el control político y religioso del Imperio, desplazando a Apo Chalco Yupanqui, el vigente Villac Umu.Sin embargo, casi al final de su vida nombra un pariente suyo, Cusi Túpac Yupanqui, como nuevo Sumo Sacerdote del Sol (aparentemente este es el Villac Umu que corona a Manco Inca y que lo secundaría en sus guerras de reconquista como hábil estratega).Así, el único camino posible era el norte, virtualmente inexplorado y a su vez zona altamente inestable dada la gran belicosidad de sus naturales.Sin embargo, le tenía especial cariño a su madre Mama Ocllo y valoraba sus astutos consejos.En el valle de Chile invistió como curaca (su representante) a los jefes locales Michimalonco y Trangolonco, dejando en un segundo plano al gobernador inca Quilicanta.[8] Siguiendo esta versión,[9] el curaca Vitacura fue enviado por el Inca con tropas a explorar al sur, llegando hasta el río Biobío, tras esto cuando volvía fue confrontado en el Maule o en el Cachapoal (aprox.Huayna Cápac primero ganó Tomebamba, su ciudad natal, y allí instaló la sede de sus futuras operaciones.Indignado por el comportamiento furtivo de los enemigos, el Inca ordenó no dar abastecimientos y sus tropas vencieron por completo a los pastos, haciéndolos masacrar.Satisfecho con el éxito, Huayna Capac finalmente dio la orden de regresar a Tomebamba para preparar una nueva expedición, esta vez contra los caranquis.El Inca entonces condujo sus tropas a la conquista de Caranqui, pero no logró sitiarlo porque sus defensores lo enfrentaron en campo abierto.Sus hombres, en efecto, huyeron y, en el desorden creado, la misma silla de manos del Inca fue volcada, provocando que el soberano impacte duramente contra el suelo.El Inca inmediatamente intentó vengarse, pero sacrificando muchos hombres, solo lograron suspender a sus enemigos dentro de la fortaleza.Los cayambes inmediatamente aprovecharon la oportunidad para perseguirlos y matarlos tanto que muy pocos lograron ganar Tomebamba.Los caranquis se lanzaron en su persecución y los incas de los dos ejércitos, dirigidos por el general Michi, ocuparon fácilmente la fortaleza desguarnecida.Rodeados por los ejércitos incas, buscaron refugio en una laguna cercana, pero fueron sistemáticamente perseguidos y asesinados hasta el último hombre.Como dice el historiador Raúl Porras Barrenechea, Huayna Cápac «deseaba ser tan temido que de noche le soñaran los indios».Todavía siguieron expediciones de guerra, pero eran empresas en pequeña escala llevadas a cabo, sin riesgo, contra tribus salvajes que no toleraban la disciplina y la civilización.Mucho se ha discutido sobre estos reclamos para determinar si podría ser la primera visita de Francisco Pizarro a Tumbes.Bajo su liderazgo el imperio había sufrido una reestructuración muy eficiente, lograda con una política de controles metódicos y severos.Para consolidar su linaje, a Huayna Cápac le hubiera gustado casarse con otra hermana de su padre y madre, Mama Coca, pero ella se había negado.El soberano había elegido entonces a otra hermana como esposa oficial, pero solo por parte de su padre, la princesa Rahua Ocllo, antes su esposa secundaria quien, como tal, ya le había dado un hijo, Tupac Cusi Hualpa que se haría famoso con el nombre de Huáscar.De todos modos, cuando ya era evidente el fin cercano, los dignatarios que lo rodeaban preguntaron al Inca a quién quería nombrar heredero.Sin embargo, la pregunta sobre la edad del elegido es inútil porque este príncipe también había muerto unos días después que su padre.Los ritos invocados dieron resultados negativos, pero cuando intentaron pedirle al Inca una nueva indicación, ya estaba muerto.Se decidió entonces entregar la dignidad imperial a Huáscar, desconociendo los ominosos presagios que, lamentablemente para el reinado de los incas, luego resultarían acertados.Esto sucedió (según la más probable cuenta) 83 años antes de que los españoles descubriesen este famoso Cerro, y desde aquel tiempo se llamó Potocsi.