Estos sucesos se dieron en el periodo tardío del Tahuantinsuyo, pues se desarrollaron años antes de la guerra civil incaica, en tiempos donde aun vivía el emperador Huayna Cápac, pero ya existía una incipiente presencia europea en Sudamérica, pues incluso la exploración portuguesa de Aleixo Garcia registró los movimientos migratorios.
[2] Túpac los combatió sin éxito por dos años y Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua dice que cuando envió a un general colla a combatirlos en la selva, este último se quejó por lo que consideraba un destierro.
[14] Los chiriguanos partieron del Gran Chaco (territorio en el que los incas habían entrado sin éxito durante el reinado de Túpac Yupanqui) y penetraron en el Collasuyo.
En cuanto a la campaña contra los moxeños o chunchos: "Una vez realizada la conquista, no con poco trabajo, pobló la región con gente que había traído.
Cuando tras tomar Cantumarca intentaron continuar su expansión al interior del imperio, el Inca Huayna Cápac con sus generales y un gran ejército llegó a detenerlos.
Siguiendo el río Paraguay tras cuatro meses llegó con su ejército (en su mayoría guaraníes) y se estableció en Paraguay central y se preparó para seguir su expedición (1522) haciendo alianzas con otros caciques guaraníes para conceguir más guerreros.
[19][20][21] Desde antes de 1530, los pueblos tupinambas de la costa brasileña empezaron a huir al interior del continente ante los ataques y esclavitud a los que les sometían los portugueses desde 1500,[22] llegando en algunos casos hasta el Tahuantinsuyo.
Y perduró siglos entre ellos la esperanza mesiánica de una Tierra sin males,[23] hacia la cual se produjeron migraciones desastrosas de «diez mil tupinamba, de 1540 a 1549, desde Pernambuco hasta Perú, donde llegaron solamente trescientos; y la que condujo, entre 1820 y 1912, a tres tribus guaraní del Paraná superior hasta la costa del Atlántico».