Guillén de Castro

Su fama se debe principalmente a su obra Las mocedades del Cid (escrita entre 1605[1]​ y 1615), basada en el ciclo de romances cidianos, que fue imitada por Pierre Corneille en Le Cid (1636).Regresó hacia 1609 a Valencia, donde contrajo una grave enfermedad que le mantuvo convaleciente durante tres años.También triunfó en la comedia, merced al éxito de la mitológica Dido y Eneas, que supuso el encumbramiento de la actriz Ángela Dido, a cuyo papel debió su nombre artístico.Extraña un matrimonio tan desigual cuando en sus comedias había satirizado frecuentemente el casamiento entre hombres de edad provecta y jovencitas.Sin embargo Guillén había pasado toda su vida buscando la protección de la nobleza debido a sus frecuentes problemas económicos.[8]​ Creó tragicomedias en obras como El perfecto caballero y dramas: La justicia en la piedad.Sin embargo, el tema siguió presente de algún modo en Las mocedades del Cid.Ya no es una decisión humana, sino un castigo del Dios cristiano contra un mal rey.Destaca también su habilidad en la reelaboración del romancero popular (muestra de ello son Las mocedades del Cid) y las novelle italianizantes para tramar sus obras, como ocurre en El curioso impertinente.La mayoría de sus personajes pertenecen a la alta nobleza, y escasean burgueses o labradores, lo cual refleja una intención moralizante en consonancia con los presupuestos didácticos de la tragedia, más ejemplares cuanto más elevada sea la clase social a la que pertenecen los tipos dramáticos que la representan.No es muy habitual, sin embargo, la presencia del gracioso en sus comedias, relegado a un papel secundario y con pocas facetas.Juan Luis Ramos[14]​ propone tres grandes grupos: de asunto religioso (que solo comprende una obra, El mejor esposo San José), comedias y dramas.La obra plantea una justificación del derecho a rebelarse contra la tiranía.Un rey despótico desea ilegítimamente a Nísida, enamorada de Celauro, que no le corresponde.La obra tiene un ambiente épico y de tragedia, aunque, en línea con la comedia nueva, está moderada por un final feliz.Sus personajes no pertenecen a la alta nobleza ni al tipo de caballero heroico que representa el Cid de Las mocedades o el conde Alarcos.Destaca la atrevidísima escena erótica en la que don Álvaro y doña Elvira en figura de galán se aman ante unos curiosos Galíndez e Hipólita que, escondidos y asombrados, contemplan la escena como una relación homosexual.La obra comienza con una especie de loa integrada en la comedia, que proclama la superioridad de la comedia lopesca y su difusión por Italia (la obra pudo ser escrita en su estancia en Nápoles), que había sido, con la Comedia del arte, la cuna del teatro moderno, pero todavía apegada a la tradición medieval.Desdichado final ejemplar para advertencia de que no se debe jugar con fuego.Muere Anselmo, paga con ello la alteración del orden de los afectos naturales entre Lotario y Camila que ha generado y rinde por fin tributo a todo lo que Lotario le había generosamente dado, a su amor en primer lugar.La intriga, compleja, va aproximándose hacia la catástrofe al modo en que lo hacía Cristóbal de Virués en sus tragedias tardorrenacentistas, lo que demuestra que Guillén de Castro tenía un estilo profundamente arraigado antes de adoptar los modos lopescos y sigue manteniendo su originalidad creativa basada en sus inicios en la escuela valenciana ya en plena segunda década del siglo XVII.Corneille reproduce la trama sin apenas cambios, plagiando versos enteros del autor español.Rodrigo, admirado por la infanta Urraca y doña Jimena, es armado caballero con todos los honores por el rey Fernando I de Castilla.El Cid, conociendo el suceso, venga la honra de su padre matando al conde Lozano, con lo que arruina la posible unión con Jimena, pese a que ambos se saben enamorados.Rodrigo ruega a Jimena que le quite la vida y lave su culpa, pero la joven es incapaz de hacerlo.Rodrigo parte a buscar fortuna y gana numerosas batallas, siendo reconocido por los moros como su señor.No pudiendo amar al matador de su padre, sin embargo, le reconoce que había actuado como pedía el desagravio de su honor y no puede actuar contra él, enamorada como está, pese a su valor.La obra explicita que si Rodrigo hubiera evitado vengar la humillación recibida por su padre, también habría perdido la estimación y el amor de Jimena.Corneille, en cambio, hace hincapié en la intriga amorosa y ve al Cid sobre todo como un galán.[20]​ Sin embargo Sturgis E. Leavitt[21]​ opina que debido a que en esta obra el protagonismo recae en Sancho II y Urraca, perdiéndolo Rodrigo, el título no sería adecuado.
Portada de las Doce comedias famosas de quatro poetas naturales de la insigne y coronada ciudad de Valencia , de 1608, que incluye las dos primeras obras dramáticas publicadas por Guillén de Castro.
Primera parte de comedias de
Guillén de Castro (Valencia, 1618).
Portada de Los malcasados de Valencia .
Portada de El curioso impertinente .
Portada de la comedia Don Quijote de la Mancha , de Guillén de Castro.
Portada de una edición suelta de Las mocedades del Cid del siglo XVII .