El lindo don Diego

Diego cree la broma e intenta seducir a Beatriz, pero es sorprendido por Don Tello, que le reprocha la infidelidad.Diego, sin embargo, trama su venganza deslizando que Beatriz fue amante de Juan, y éste le reta a duelo.Se considera a El lindo Don Diego la obra más significativa del subgénero denominado comedia de figurón.Esto es porque la sátira hacia Don Diego se realiza a través de su apariencia, sus gestos y sus palabras, pero Mosquito -el gracioso- es también el artífice del engaño al crédulo galán.La mofa se dirige con claridad hacia los que admiran el registro elevado por cuanto son incapaces de entenderlo.Por un lado, se documentan durante el Siglo de Oro varias locuciones que involucran a un personaje indeterminado llamado Don Diego; ya en 1612, está documentada la expresión “¡Lindo Don Diego!” en una pieza de Mira de Amescua, y volverá a aparecer en Lope, Calderón, Tirso y en el mismo Moreto con anterioridad.Mientras que Guillén de Castro construye a don Gutierre mediante hipérboles descriptivas y un protagonismo absoluto, su análogo moretiano va revelando su personalidad a través de sus relaciones con el resto, y reparte su protagonismo con un donaire que se sitúa en posición contraria al figurón: estos son planteamientos que luego producen una obra mucho más fructuosa.
Íncipit de la edición de «El lindo don Diego», f. 100v. de la Parte diez y ocho de comedias nuevas escogidas de los mejores ingenios de España ... , Madrid, Gregorio Rodríguez, 1662, f. 100v.-120v. Biblioteca Nacional de España. Sig. R/22671.