Salomé con la cabeza del Bautista o el Banquete [o festín] de Herodes son las denominaciones convencionales de un episodio evangélico (Marcos 6:14-29[1] y Mateo 14:6-12[2]) muy reproducido como tema iconográfico del arte cristiano; y que ha inspirado también muchas obras literarias.En la pintura occidental, la iconografía se fue estableciendo en los siglos XV y XVI, tanto en el Renacimiento italiano como en el español o en el nórdico.Tiziano trató varias veces el tema (en dos ocasiones muy separadas en el tiempo, dada la longevidad del artista veneciano).En composición similar, Bernardino Luini representó repetidas veces el tema, con ligeras variantes, hacia 1525 (además de las mostradas aquí, hay otra conservada en el Museo del Prado).Entre otros pintores que se sintieron atraídos por el tema, hasta el punto de realizar varias versiones, estuvo Guido Reni.