Fra Filippo Lippi

Sobresalió por la originalidad del paisaje y la elegancia nerviosa en el dibujo, que influyó decisivamente en Botticelli.

Fue enviado a vivir con su tía Mona Lapaccia; que como era demasiado pobre para criarlo, lo colocó en el convento carmelita vecino.

Cosme de Medici tuvo que encerrarlo para obligarlo a trabajar, e incluso entonces el pintor escapó con una cuerda hecha con sus sábanas.

[7]​ De esta relación nació su hijo, Filippino Lippi, quien también se convirtió en un famoso pintor siguiendo a su padre.

En el ábside está el Cristo coronando a la Virgen, con ángeles, sibilas y profetas.

Trata frecuentemente temas religiosos, siendo su mayor aportación a la pintura quattrocentista florentina un mayor acento profano respecto a las obras de Masaccio o Fra Angélico que le sirvieron de inspiración, puesto que enfoca el arte religioso desde su lado humano.

En la pintura, dos ángeles elevan al Niño hasta la Virgen que lo recibe con las manos en actitud orante; en el rostro de María se aprecian los rasgos de Lucrecia Buti, novicia con quien Fra Filippo Lippi tuvo al pintor Filippino Lippi.

Los rostros son muy expresivos, especialmente el del ángel, que dirige su mirada inocente y una sonrisa cómplice al espectador para involucrarle en el episodio.

En el fondo se destaca el paisaje rocoso enmarcado por una ventana en colores pálidos, que otorga una sensación de profundidad.

Filippo Lippi. Detalle del fresco de la Dormición de la Virgen del ciclo dedicado a la vida de la Virgen en la catedral de Spoleto, 1467-1469, con el que se supone autorretrato del pintor.
Filippo Lippi, Retrato femenino , 1440-1442. Temple sobre tabla, 50 x 33 cm, Berlín , Gemäldegalerie .
Virgen con Niño , 1440-45, temple sobre tabla, Galería Nacional de Arte , Washington D. C. .
Banquete de Herodes , catedral de Prato.
La Virgen con el Niño y dos ángeles , 1465. Temple sobre tabla, 95 x 62 cm, Florencia, Uffizi .