Lucrezia Buti (Florencia,1433 - siglo XVI) fue una monja italiana y más tarde, amante del pintor Filippo Lippi.
Se cree que fue modelo para varias Madonnas del artista.
Lippi solicitó que la bella Lucrezia pudiera posar como modelo para la Virgen María.
Durante las sesiones, Filippo se enamoró de ella y causó gran escándalo cuando la secuestró durante la procesión de la Faja de Santo Tomás y llevó a su cercana casa.
Sólo a través de los esfuerzos de Cosme el Viejo, la pareja obtuvo una dispensa de sus votos por el papa Pío II para casarse, pero, según Vasari, Lippi rechazó unirse en matrimonio.