Es un objeto suntuoso, realizado en pergamino purpúreo y escrito en letras de oro, que probablemente se usara como evangeliario durante la liturgia.
[n 1][2] Está escrito en griego, en unciales doradas que se suceden en scriptio continua, sin espíritus ni acentos.
[4] El texto está organizado en columnas de dieciséis líneas, que se reducen a quince en las páginas ilustradas.
[7] El códice es, junto al Rossanensis, uno de los manuscritos iluminados del Nuevo Testamento más antiguo.
[14] Tampoco hay consenso sobre su lugar de origen, aunque se han sugerido Constantinopla y la región siriopalestina.
[18][19] Se lo llamó Codex Sinopensis por el lugar en que fue encontrado: según Henri Omont, en 1899 un militar francés le compró el manuscrito a una "anciana griega" en la ciudad de Sinope.