Parábola de la higuera sin fruto

El evangelista, que pone esta enseñanza en labios de Jesús de Nazaret, ubica esta parábola en un pasaje en el cual se realiza una llamada a la conversión y al arrepentimiento, y con ella estimula a los oyentes a rectificar sus conductas.[6]​[7]​ Se la considera, pues, un símbolo del pueblo de Dios.En esas parábolas, Jesús dejaba al oyente sacar su propia conclusión.[9]​ El uso de la higuera, que simboliza al pueblo de Israel, implica que la pertenencia al pueblo de Dios no significa una protección frente al juicio final,[10]​ y que cada quien debe producir sus frutos.El árbol simboliza al pecador que no dio frutos de conversión.
Grabado que representa la parábola de la higuera estéril, realizado por el poeta e ilustrador Jan Luyken . Biblia Bowyer, Bolton .
Higuera con frutos en crecimiento, tal como espera encontrar un agricultor.