Atraído por los pintores caravaggistas romanos, en Italia se le conocerá como «Leonardo delle Notti», por su afición a las escenas nocturnas.
Entre 1622 y 1623 es probable que viajase por diversas ciudades italianas y en particular a Padua, donde al parecer recibió algunos encargos, para retornar a Roma.
[4] Autor prolífico y de notable fantasía e inventiva, Leonaert Bramer trató los más variados temas, sobre todo escenas de género y asuntos históricos, habitualmente en tabla o lienzos de pequeño tamaño, con atención especial a los efectos luminosos y los detalles exóticos.
Sus paisajes, en alguna rara ocasión puros, suelen servir de marco a escenas religiosas o mitológicas.
[6] Pero también pintó motivos alegóricos y trampantojos decorativos en paredes y techos, interviniendo con alguna frecuencia en decoraciones palaciegas, lo que ha hecho pensar que fuese uno de los pocos holandeses en pintar al fresco, aunque nada de lo que pudiese haber pintado en este técnica se ha conservado.