[9] Se infiere, por lo tanto, que Espinosa Medrano quizás fue en un inicio un sujeto de medios o bajos recursos.
El retrato de Espinosa Medrano como indio intelectual entre españoles, hecho insólito construido por Clorinda Matto y perpetuado por la tradición oral en Apurímac, no encuentra asidero documental ni histórico.
Tres años más tarde, en 1890, incluyó el estudio, con ligeras correcciones, en su compendio biográfico Bocetos al Lápiz de Americanos Célebres (1890).
Las biografías académicas de fines del siglo XX e inicios del siglo XXI no han adquirido su trascendencia ni han contribuido a robustecer la memoria popular sobre Espinosa Medrano.
Según Matto, en este espacio descubrió su vocación letrada y religiosa, pues además de alumno destacado, se convirtió también rápidamente en sacristán del curato.
En Cuzco ingresó en el Seminario de San Antonio Abad, institución donde aprendió a tocar diferentes instrumentos musicales y adquirió dominio en varias lenguas, además de pericia en ciencias y letras.
Espinosa Medrano luchó desde entonces contra el rechazo social e institucional que entorpeció su desempeño en sus oficios de clérigo y escritor por ser indio.
Finalmente, se impuso frente a su sociedad y alcanzó cargos de dignidad eclesiástica en la catedral del Cuzco.
El epitafio constituye uno de los primeros elogios del Perú republicano al autor: "Al Perú, su patria, ha legado algo más: el esplendente rayo de su gloria, que reflejará perdurablemente sobre la tierra que meció su cuna y guarda sus cenizas.
Veo el vuelo entero de este fénix criollo remontarse con imperceptibles giros al Olimpo".
Más de veinte años después, en 1694, se publicó en Europa, probablemente en España, la segunda edición del Apologético.
Esta edición tuvo un pie de imprenta falso, pues decía haber sido impresa en Lima por Juan de Quevedo y Zárate, sin embargo, el impresor había muerto hacia 1679.
[24][26] Es pertinente destacar dos eventos en los que Espinosa Medrano expuso su ingenio a funcionarios de importancia del sistema imperial.
El evento deja constancia del reconocimiento oficial a la distinción de su producción barroca, cuya singularidad los coterráneos alababan.
[23] En 1658, probablemente en enero, predicó la primera "Oración evangélica y panegírica a nuestro glorioso padre San Antonio el Magno" en la Capilla del Seminario de San Antonio Abad, nuevamente ante Pedro de Ortega Sotomayor.
En 1670, probablemente en diciembre, predicó la "Oración panegírica a la Concepción de Nuestra Señora" en la Catedral del Cuzco.
La Philosophia Thomistica publicada en Roma y La Novena Maravilla publicada en Valladolid, poco tiempo después de su muerte, tuvieron breve circulación debido a un sabotaje ejercido por clérigos jesuitas a fines del siglo XVII.
[46] Los sermones panegíricos de Espinosa Medrano constituyen "piezas oratorias destinadas al púlpito" (por lo tanto, tienen carácter fundamentalmente expositivo).
[45] Tal apetito por captar la admiración del receptor, sea americano o europeo, cobra más sentido una vez entra en consideración la lucha de Espinosa Medrano por el reconocimiento del intelectual americano y la legitimidad de su saber.
[48] Con la Philosophia Thomistica, Espinosa Medrano buscaba mostrar (a sus lectores europeos) la altura intelectual que había alcanzado el criollo en América.
A estas polémicas Espinosa Medrano contribuye con ideas originales; así, si bien su curso es de naturaleza más enciclopédica, hay también lugar en la Philosophia Thomistica para la demostración de una postura filosófica original y beligerante.
[51] La comedia bíblica se divide en tres jornadas con una extensión de mil versos cada una y tiene variedad métrica o polimetría.
Por último, ya en la segunda mitad del siglo, tuvieron aproximaciones desacertadas a la obra de Medrano los escritores Luis Loayza y Martín Adán.
Recién Luis Jaime Cisneros recupera la figura de Medrano como factor insoslayable en el canon literario peruano.
Por su parte José Antonio Rodríguez Garrido profundizó la labor filológica sobre la obra y vida de Medrano.
La introducción a la colección menciona: Por último, vale listar a otros autores que, ya sea a través de ediciones de las obras de Juan de Espinosa Medrano o comentarios y estudios sobre su vida y obra, se aproximaron al autor: Rubén Vargas Ugarte, José Gabriel Cosio, Luis 'El Cholo' Nieto, Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, Luis A. Sánchez, Luis E. Valcárcel, Teodoro Meneses, Augusto Tamayo Vargas, Javier Nuñez, Eduardo Hopkins, Pedro Guibovich, entre otros.
Su figura ha sido entendida como 'fundacional para la modernidad estética latinoamericana' (por Roberto González Echeverría),[60] sobre todo por el ulterior desarrollo de las estéticas barrocas en el continente (especialmente en la obra de los escritores cubanos Alejo Carpentier, José Lezama Lima y Severo Sarduy).
Juan solo pasaría a tener los apellidos de Espinosa Medrano años más tarde, una vez padres adoptivos españoles lo acogieron en una nueva familia.
[61] Un día que un niño criollo no supo responder a la pregunta de su maestro, Juan Chancahuaña se ofreció a responder por él (la respuesta, por su calidad, tomó por sorpresa al sacerdote y maestro español, el cual patrocinó posteriormente sus estudios).
Convirtió a Calcauso en un "Cusco pequeño", tal como se observa en los trazos actuales del pueblo andino.