Pero cuando la comarca entra de lleno y con brillantez en la historia, es a principios del siglo X.
El año 912 fue decisivo para la Castilla Condal, pues se trasladó la frontera al valle del Duero, con la reconquista de Roa, Aza, Osma y Gormaz.
A las más seguras tierras del Arlanza acuden entonces, para poblar y colonizar, gentes de todo el Norte de España y muchos mozárabes.
Según Fray Valentín: “todas las poblaciones comprendidas entre el Arlanzón y el Arlanza destinaron alguno de sus pagos a viñas...
A principios del siglo XX apareció la filoxera, lo que obligó al arranque de la totalidad del viñedo existente y a su replantación.
Hasta la mitad del siglo XX el viñedo fue parte importante de todas explotaciones existentes en la comarca.
A partir de entonces se produjo un fuerte éxodo rural en el Arlanza debido a la gran expansión industrial que demandaba abundante mano de obra.
Es posible su recorrido en bicicleta al no existir desniveles demasiado acusados.