[4] También defendió la necesidad del estudio científico de la sociedad, que denominó «fisiología social», y en su obra El nuevo cristianismo (1825) redujo la religión cristiana en una máxima: «Mejorar lo más rápidamente posible la existencia moral y física de la clase más pobre».
[6][7] Su propuesta política ha sido calificada como «socialismo aristocrático»,[8][9] antecedente de lo que se llamaría tecnocracia.
[26] Participó en la batalla de Yorktown bajo el general Washington y fue encarcelado por las fuerzas británicas.
[43] Finalmente, muy tarde en su carrera, se vinculó con algunos discípulos ardientes, como Barthélemy Prosper Enfantin y Olinde Rodrigues, quien le proporcionó el apoyo financiero.
[46] Este autor tuvo un peso influyente sobre los románticos, en la sociología de Auguste Comte, en la política de Proudhon, Karl Marx, John Stuart Mill e incluso en Luis Napoleón, dando nacimiento a una ideología política y económica conocida como sansimonismo.
Junto con Marx, Lionel Robbins considera a Saint-Simon y sus discípulos como los más importantes e interesantes pensadores en la historia del socialismo.
[17] Friedrich Engels llegó a decir que fue junto con Hegel «la cabeza más universal de su tiempo».
[48][14] Siguiendo a los enciclopedistas, dirigió su atención al valor y función sistematizadora de la ciencia.
Esto evitaría conflictos y la movilización de aliados incontrolables, reduciendo al mismo tiempo el contragolpe restauracionista.
Saint-Simon consagró la edificación de un nuevo sistema intelectual y espíritu científico que designó como «positivo»,[61] término que recibió además del doctor Jean Burdin, cuyo principio era: «todas las ciencias evolucionan del estado conjetural al estado positivo».
En su Fisiología social (1813) Saint-Simon se centró en la idea de que la sociedad podría ser salvada si los científicos formasen una asamblea internacional e influenciasen su curso.
Argumentó que había tres capacidades humanas: la emotiva (sentimiento), la racional (pensamiento) y la motora (implementador).
Sin embargo, más adelante Comte romperá su relaciones con él y criticará su política socialista tecnocrática.
[49] Esta propuesta positivista de Saint-Simon fue "una manera prudente de promover el cambio social [...] eludiendo los conflictos políticos para no tener que arriesgarse a movilizar aliados incontrolables, como la fuerza jacobina radical, reduciendo al mismo tiempo al mínimo el contragolpe reaccionario restauracionista".
[69] Por eso su propuesta ha sido calificada como «socialismo aristocrático»,[8][5] antecedente de lo que en siglo XX se llamaría tecnocracia.
[72] No obstante, Saint-Simon insiste que a él le preocupa siempre y en primer lugar «la clase más numerosa y más pobre» de la sociedad («la classe la plus nombreuse et la plus pauvre»).
[80] Este volumen defendía una nueva «moralidad terrestre» en armonía con la ciencia positiva y propicia para el industrialismo.
De ello deducía que la sociedad moderna se apoyaba en la industria y en los «industriales», un grupo formado por «tres grandes clases que se llaman los cultivadores, los fabricantes y los negociantes»; y que todos «reunidos trabajan para producir o para poner al alcance de todos los miembros de la sociedad todos los medios materiales para satisfacer sus necesidades o sus gustos físicos».
[82] Precediendo a Lenin,[83] Saint-Simon declaró: «Las personas no se asocian para ser libres».
[58] Esto se debe a que «la verdadera libertad habrá de ser entendida en relación con un mayor desarrollo de las posibilidades materiales e intelectuales», haciendo que el individuo se subordine a las necesidades del sistema.
[85] Saint-Simon, uno de los primeros en estudiar la industrialización, la ve positivamente (abundancia) y cree que puede traer un nuevo modelo social.
En oposición al sistema feudal y militar, cuyo aspecto anterior se había visto reforzado por la restauración, defendía una forma de socialismo tecnocrático, un arreglo por el cual los jefes industriales debían controlar la sociedad.
[5] El tema del poder espiritual estuvo presente en Saint-Simon desde las Cartas ginebrinas hasta su última obra Nuevo Cristianismo.
Propone como fórmula integral del nuevo cristianismo este precepto: «Toda la sociedad debe esforzarse por mejorar la existencia moral y física de la clase más pobre; la sociedad debe organizarse de la manera mejor adaptada para lograr este fin».
Dieu a dit : Les hommes doivent se conduire en frères à l’égard les uns des autres ; ce principe sublime renferme tout ce qu’il y a de divin dans la religion chrétienne.Le Conservateur.
vous réduisez à un seul principe ce qu’il y a de divin dans le Christianisme !…Le Novateur.
Dieu a nécessairement tout rapporté à un seul principe ; il a nécessairement tout déduit du même principe ; sans quoi sa volonté à l’égard des hommes n’aurait point été systématique.
Ce serait un blasphème de prétendre que le Tout-Puissant ait fondé sa religion sur plusieurs principes.Or, d’après ce principe que Dieu a donné aux hommes pour règle de leur conduite, ils doivent organiser leur société de la manière qui puisse être la plus avantageuse au plus grand nombre ; ils doivent se proposer pour but dans tous leurs travaux, dans toutes leurs actions, d’améliorer le plus promptement et le plus complètement possible l’existence morale et physique de la classe la plus nombreuse.Je dis que c’est en cela et en cela seulement que consiste la partie divine de la religion chrétienne.El Conservador.
Dios dijo: Los hombres deben comportarse como hermanos los unos respecto a los otros; este principio sublime encierra todo aquello que hay de divino en la religión cristiana.El Conservador.
Las ideas de Saint-Simon han sido influyentes durante el siglo XIX en Francia y en Europa.