Estando encarcelado y deprimido por la condena, Chevalier rompe relaciones con sus compañeros de ideas, sin dar mayores explicaciones.
Tras cumplir su condena, el ministro del interior, Adolphe Thiers, lo envía en misión a Estados Unidos y a México, para realizar una observación del estado de la industria y la economía de las Américas.
Los franceses de los siguientes treinta años conocieron México en gran parte gracias a las obras publicadas por Chevalier, y éste, como lógica consecuencia de sus escritos, apoyó a las tropas francesas cuando invadieron México en 1862.
Ese mismo año es elegido diputado del Aveyron a la Asamblea Nacional y en 1851 es miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.
La concesión del túnel se obtiene en 1880, algunos meses después de su muerte, pero los trabajos serán pronto abandonados.