Del socialismo utópico al socialismo científico

La obra se extrajo principalmente de un trabajo polémico más largo publicado en 1876, titulando Anti-Dühring.

[4]​ Esta traducción al francés proporcionó la fuente de múltiples versiones en otros idiomas, incluidas las ediciones en polaco y español.

[6]​ Fue un texto que "ha contribuido fuertemente a la formación de una lectura del marxismo en España".

[4]​ La edición alemana proporcionó la fuente para traducciones adicionales en italiano, ruso, danés, holandés y rumano.

La primera edición estadounidense de la traducción autorizada por Edward Aveling fue publicada en 1900 por Charles H. Kerr & Co.

[10]​ El Grupo para la Emancipación del Trabajo lo tradujo al ruso y lo divulgó clandestinamente en Rusia.

Engels retoma el materialismo al pensamiento de filósofos como Duns Escoto, Francis Bacon, Thomas Hobbes y John Locke.

Explica que durante la Edad Media empezó a surgir la industria artesana, la manufactura y la moderna industria; lo que permitió el libre desarrollo de la clase media, la burguesía, haciéndola incompatible con el feudalismo.

Fue la Revolución francesa "la primera que se despojó totalmente del manto religioso" y "llevó realmente la batalla hasta la destrucción de uno de los dos combatientes, la aristocracia, y el triunfo completo del otro, la burguesía."

"Sin embargo", dice Engels, "me temo mucho que ni la estupidez religiosa del burgués británico ni la conversión post festum del burgués continental, consigan poner un dique a la creciente marea proletaria".

Fueron los pensadores ilustrados los originarios de las teorías políticas revolucionarias, pero estos pensadores que pretendían instaurar un Estado racional no podían "romper las fronteras que su propia época les trazaba", por lo que "El contrato social de Rousseau venía a tomar cuerpo en la época del terror, y la burguesía, perdida la fe en su propia habilidad política".

Los primeros son los antiguos privilegiados y los segundos todo tipo de trabajador, incluso burgués.

Fourier "pone al desnudo despiadadamente la miseria material y moral del mundo burgués" con sátira.

El trato de los obreros era más digno que en la competencia, pero para Owen: «Aquellos hombres eran mis esclavos».

Owen criticó la explotación del proletariado, cuyas ganancias debían pertenecerles por ser frutos de su trabajo.

Pero este método de investigación científica que estudia la naturaleza en su dinámica, sino estáticamente, lleva a lo que Engels denomina "método metafísico de pensamiento" con Francis Bacon y John Locke.

Así, "las cosas y sus imágenes en el pensamiento, los conceptos, son objetos de investigación aislados, fijos, rígidos".

Esta posición parece de "sentido común" pero Engels advierte que cuanto más se estudia un objeto detenidamente más se complica esta visión, donde "los dos polos de una antítesis, el positivo y el negativo, son tan inseparables como antitéticos el uno del otro y que, pese a todo su antagonismo, se penetran recíprocamente".

Pero no fue hasta Hegel que la filosofía alemana encontró su remate en su sistema de, cuyo mérito fue concebir "toda la naturaleza, de la historia y del espíritu como un proceso, es decir, en constante movimiento, cambio, transformación y desarrollo".

La vieja concepción idealista de la historia queda reemplazada por "una concepción materialista de la historia, con lo que se abría el camino para explicar la conciencia del hombre por su existencia, y no ésta por su conciencia, que hasta entonces era lo tradicional".

El socialismo utópico "criticaba el modo capitalista de producción existente y sus consecuencias, pero no acertaba a explicarlo, ni podía, por tanto, destruirlo ideológicamente" porque su concepción fue mecanicista e idealista, por ello "no se le alcanzaba más que repudiarlo, lisa y llanamente, como malo".

Con la concentración de los medios de producción en grandes talleres el propietario se había apropiado del producto, "aunque éste ya no era un producto suyo, sino fruto exclusivo del trabajo ajeno".

Es en la contradicción producción social y apropiación capitalista el germen de todo conflicto actual como antagonismo entre la burguesía y el proletariado, quienes "no poseían más que su propia fuerza de trabajo".

La producción capitalista engendra crisis cíclicas nacidas de la superabundancia que se repiten años después.

Cesa la lucha por la existencia individual y con ello, en cierto sentido, el hombre sale definitivamente del reino animal y se sobrepone a las condiciones animales de existencia, para someterse a condiciones de vida verdaderamente humanas."

El Socialista N° 198 (1889). Contiene el primer fascículo de la obra de "Socialismo utópico y socialismo científico" de Engels.
Estatuas de Karl Marx y Friedrich Engels en Biskek , Kirguistán .