Papado de Aviñón

La cuestión concreta que le hizo entrar en conflicto con el rey Felipe IV de Francia era si los señores seculares podían establecer impuestos al clero.[1]​ El gran éxito del Año Jubilar de 1300 (se cree que hasta 2 millones de peregrinos visitaron Roma) incrementó considerablemente el prestigio del papado, atrajo fondos a Roma e indujo al Papa a sobrestimar extremadamente sus poderes temporales.Después de la detención y cautiverio del obispo de Pamiers por Felipe IV, el papa en represalia emitió la bula Salvator Mundi, retractándose todos los privilegios que confirieron al rey francés los papas precedentes, y unas pocas semanas más tarde Ausculta fili con cargos contra el rey, citándole para que compareciera ante un consejo en Roma.En una afirmación atrevida sobre la soberanía papal, Bonifacio VIII declaró que «Dios nos ha situado sobre los reyes y los reinos».En 1303 tropas de franceses e italianos atacaron al Papa en Anagni, su ciudad natal, donde se había refugiado, y allí lo tomaron prisionero.Convertido en una mera herramienta en manos del rey de Francia, anuló (para el territorio francés) en 1306 las sentencias eclesiásticas que Felipe IV consideraba contrarias a sus intereses, especialmente las bulas "Clericis laicos" y "Unam Sanctam" que había promulgado Bonifacio VIII.Este último era desafiado directamente por Felipe IV que presionaba para enjuiciar a su anterior adversario, el papa Bonifacio VIII, por supuesta herejía, siendo que contaba con gran influencia sobre el Colegio cardenalicio, esto podría significar un golpe severo para la autoridad de la Iglesia.La inseguridad en la que se encontraba Roma fue la razón por la cual los cardenales celebraron el cónclave en Perugia, donde salió elegido Clemente V.Además la ciudad se encontraba muy cerca al condado de Venaissin, feudo papal, adquirido por Gregorio X en 1274.Una cuestión importante durante el papado de Juan XXII, fue su conflicto con Luis IV, Emperador del Sacro Imperio Romano.El pueblo romano, oprimido por la ocupación militar de su ciudad y por la excomunión que Juan XXII había lanzado sobre la misma, se sublevó y obligó a Luis a abandonar Roma en agosto de 1328.Este conflicto con el Emperador echó aún más al papado a los brazos del rey francés.[5]​[6]​ El papa Benedicto XII (1334-1342), (Jacques Fournier, nacido en Pamiers) había actuado previamente en la Inquisición en contra del movimiento cátaro.En algún momento incluso financió con sus propios recursos los esfuerzos bélicos franceses por expulsar a los ingleses de Francia.Estaba interesado en establecer la paz entre Francia e Inglaterra, habiendo trabajado con este fin en delegaciones papales en 1345 y 1348.Su aspecto demacrado y las maneras austeras le conferían más alto respeto por parte de los nobles en ambos lados del conflicto.En una carta, el propio Inocencio VI escribía al Duque de Lancaster: «Aunque nacimos en Francia y aunque por eso y otras razones tengamos hacia el reino de Francia un afecto especial, sin embargo al trabajar por la paz hemos apartado nuestros prejuicios particulares e intentado servir los intereses de todo el mundo».Sin embargo, no era un estratega y hacía concesiones sustanciales a la Corona francesa especialmente en finanzas, una cuestión crucial durante la guerra con Inglaterra.Cuando el papado estableció un embargo a las exportaciones de grano durante una escasez de comida (1374-75), Florencia organizó a varias ciudades en una liga en contra del papado: Milán, Bolonia, Perugia, Pisa, Lucca y Génova.[7]​ El cisma en sí terminó finalmente por una serie de concilios, que duraron hasta 1417.En conjunto no parece una exageración caracterizar al papado como una marioneta del trono francés.La base para ejercer tal presión se puede encontrar en el poderío político, bélico y económico de Francia a principios del siglo XIV que permitió a Felipe IV invertir su tiempo y recursos en convertir al papado en un vasallo de Francia.Una vez vasallo del rey Francés el papado no tenía la fuerza para recuperar su independencia política.
Un mapa medieval de Roma de un manuscrito del periodo ( París , Bibliothèque Nationale , MS Ital. 81, folio 18 ). La ilustración muestra a Roma personificada como viuda que sufre la pérdida del papado.
Bonifacio VIII, por Giotto di Bondone , alrededor de 1300.
Clemente V fue el primer papa que hizo de Aviñón su residencia, aunque no con la intención de cambiar la Sede de Roma
Juan XXII.
Benedicto XII.
Clemente VI.
Inocencio VI.
Urbano V.
Gregorio XI fue el papa que puso fin al periodo del papado aviñonés