Guerra de los Ocho Santos

[4]​ Los mercenarios transalpinos utilizados por Gregorio XI contra Milán, ahora desempleados, fueron a menudo una fuente de fricción y conflicto en los pueblos papales.

Los agentes florentinos fueron enviados a más de cuarenta ciudades en los Estados Pontificios —incluyendo Boloña, Perugia, Orvieto y Viterbo— para promover la rebelión.

[3]​ Inicialmente, antes que intentar desobedecer el entredicho, los florentinos organizaron procesiones extra-eclesiásticas (incluyendo flagelantes) y cofradías, incluyendo el resurgimiento de grupos tales como los Fraticelli, que habían sido previamente considerados heréticos.

[3]​ Las fuertes multas y confiscaciones emitidas por la Signoria a los prelados que abandonaban sus cargos,[3]​ la «liquidación más extensa de un patrimonio eclesiástico intentada en Europa antes de la Reforma Protestante» podría haber sido motivada para pagar por un conflicto cada vez más caro.

[3]​ En la primavera de 1377, mercenarios papales recapturaron Boloña, que hasta entonces había sido un aliado florentino clave.

Posteriormente, se creó un segundo consejo de ocho hombres para que realizara los arreglos militares y diplomáticos necesarios para llevar a cabo una guerra contra el papa.

La denominación más ampliamente aceptada por académicos para los miembros del comité es los «otto di santi», aunque algunos argumentas que otto di santi se refiere al consejo de guerra y no al consejo recaudador.

John Hawkwood , condotiero papal en las guerras de Gregorio XI contra Milán.
Coluccio Salutati , canciller de Florencia durante la guerra.
Roberto de Ginebra , el futuro papa de Aviñón Clemente VII, comandó las fuerzas pontificias desde 1377.
La bula de excomunión emitida por el papa Gregorio XI se refería a los «Ocho Santos» como los «Ochos sacerdotes».