Al poder anular su matrimonio entró en la Orden de los Frailes Menores, donde se hizo muy famoso por sus grandes dotes en la predicación.
[2] Fue entonces cuando el emperador hizo declarar al papa Juan XXII, quien residía en Aviñón, como herético y luego hizo elegir como antipapa al franciscano Pietro Rainalducio, mediante votación de una asamblea de sacerdotes y laicos.
Luego de pasar cuatro meses en Roma, Nicolás se retiró a Viterbo bajo la protección del emperador.
Con mucha dificultad logró formar un nuevo grupo de cardenales y organizar la curia.
[3] En abril de 1329 Juan XXII excomulgó a Nicolás V.