Bombardeo de Dresde

[19]​[20]​ Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Dresde tenía 642 143 habitantes y era la séptima ciudad del país.

[21]​ En la primavera de 1944, Dresde y Breslau eran las dos últimas ciudades del Imperio alemán que no habían sufrido bombardeos.

Según la RAF, era el área urbana más grande que aún no había sufrido la acción de las bombas.

[21]​ Taylor cita un informe oficial del Oberkommando des Heeres, alto mando del ejército alemán, en el que se enumeran hasta 127 fábricas y talleres de tamaño medio a grande que abastecían material al ejército.

Estos prisioneros realizaron trabajos forzosos en las fábricas de municiones Goehle-Werke, así como para Osram GmbH, Bernsdorf & Co.

[32]​ El informe que la RAF distribuyó a sus pilotos la noche del ataque decía lo siguiente:

[37]​ Dresde era en febrero de 1945 la última plaza militar en la retaguardia del Frente Oriental que no había sido atacada.

[39]​ También en el oeste de Dresde, en Mickten, así como en Johannstadt, se ampliaron o levantaron varios cuarteles.

Parte de estas tropas recibieron instrucción militar; no obstante, dadas las necesidades que tenían tanto el ejército como la SS y la policía, no pudieron ser armadas adecuadamente, por lo que quedaron atrincheradas como reserva.

También la industria y la administración se prepararon para los ataques, cuyo poder destructivo ya había quedado patente en otras ciudades.

[48]​ Simultáneamente, se bombardearían otros puntos del Reich como Magdeburgo, Bonn, Misburg, Núremberg y Böhlen para distraer al enemigo.

Los aviones entraron en el espacio aéreo francés cerca del río Somme y se adentraron en Alemania al norte de Köln.

Con este ataque nocturno no pretendía ni tampoco hubiera podido destruir lugares o edificios puntuales; al contrario, más bien se pretendía destruir completamente el centro de la ciudad mediante un ataque denominado bombardeo en alfombra.

[60]​ Hacia la 01:23 empezó una segunda oleada de ataques realizado por 529 Lancasters británicos, pertenecientes a los escuadrones 1, 3, 6 y 8.

A muchos, por el contrario, les alcanzaron los gases tóxicos del incendio y murieron asfixiados.

Los supervivientes que resistieron en las bodegas o consiguieron salir quedaron traumatizados para el resto de sus vidas.

Las autoridades civiles de la República Democrática Alemana ignoraron en gran medida el diseño urbanístico previo de la ciudad y mandaron demoler muchos edificios quemados (entre otros, la Sophienkirche, la Große Meißner Straße y el Sekundogenitur).

Los trabajadores y las autoridades tenían atravesar a pie la escombrera en que se había convertido la ciudad vieja.

Según el Gauleiter Mutschmann, la ciudad ya no se encontraba en disposición de «llevar a cabo sus tareas administrativas».

[77]​ Algunas de estas estimaciones son a menudo citadas aún en la actualidad por la extrema derecha alemana y los revisionistas históricos.

[9]​ Con el tiempo se fueron desclasificando documentos internos del partido nazi que contradecían las estimaciones de seis cifras.

[80]​[81]​ Este documento fue descubierto en 1966 en el Archivo Federal de Coblenza, revelando que la versión del mismo conocida hasta entonces por los historiadores había sido falsificada con un cero extra en todas las cifras.

Al principio, algunos jerarcas, especialmente Robert Ley y Joseph Goebbels, querían emplearlo como pretexto para abandonar las convenciones de Ginebra en el Frente Occidental.

El comunista Walter Weidauer, primer alcalde de Dresde en la posguerra, describió en 1946 los ataques como una catástrofe evitable pero provocada por «los fascistas alemanes».

Algunos testigos oculares que se habían refugiado el 14 y 15 de febrero en las praderas del río Elba, el Großer Garten o las carreteras principales que cruzaban la ciudad, hablan de cazas aliados ametrallando en vuelo rasante a civiles.

También son centros asociados a dicho organismo otros enclaves de la ciudad, como la Kreuzkirche, el hospital Diakonissenkrankenhaus y la parroquia Maria am Wasser (Dresde-Hosterwitz).

Al principio, las autoridades de ocupación soviéticas aconsejaron evitar dar un carácter de luto a los acontecimientos conmemorativos, pues el bombardeo, del que era culpable «la debilidad política del pueblo alemán», había sido causado «conscientemente por los criminales fascistas».

En 1981, un grupo perteneciente a la oposición religiosa realizó una iluminación simbólica con cirios ante la Frauenkirche y lanzó octavillas contra la creciente militarización.

En 1998, unos 30 o 40 jóvenes neonazis intentaron entrar en la Frauenkirche, pero fueron rodeados por la policía, y cantaron entonces canciones de protesta.

Los críticos ven en esta comparación una estrategia del revisionismo histórico que busca relativizar la culpa alemana en la Segunda Guerra Mundial.

Dresde hacia 1900 desde la orilla norte del Elba; en primer plano, el puente de Augusto ; al fondo, la Frauenkirche y la Hofkirche ; detrás de esta, a su derecha, se ven las dos torres de la Sophienkirche, una iglesia gótica que no se volvió a reconstruir tras el bombardeo.
Vista de la Altstadt desde la torre del Ayuntamiento (1910).
Desarrollo de la guerra entre 1943 y 1945.
Mapa del campamento militar de Albertstadt a finales de los años 1910.
Ayudantes femeninas del servicio de defensa antiaérea portando máscaras antigás ( Worms , 1939).
Los aviones De Havilland Mosquito fueron los encargados de marcar los objetivos con bengalas luminosas.
Un bombardero británico Avro Lancaster como los que entraron en acción en Dresde arrojando bombas sobre Duisburgo .
Bombarderos B-17 Flying Fortress estadounidenses.
Destrucción en Dresde y alrededores. Rodeado en color rojo: zonas de incendios. Degradado rosa: zonas urbanizadas. Marrón: objetivos militares (1: Aeropuerto de Klotzsche ; 2: Campamento militar de Albertstadt; 3: Estación Bahnhof-Neustadt y Marienbrücke; 4: Estación de mercancías de Friedrichstadt, talleres de la Reichsbahn en la Altstadt y Hauptbahnhof ; 5: Industria de Reick y Niedersedlitz) .
Vista de la ciudad destruida desde la torre del ayuntamiento. En primer plano se encuentra lo que en la actualidad es la Pirnaischer Platz .
Trabajos de desescombro (1945).
Montaña de cadáveres tras los bombardeos del 13 y el 14 de febrero.
El cadáver de una madre junto al carrito de sus hijos gemelos.
Lápida conmemorativa en el cementerio Heidefriedhof. Dice: „ Wieviele starben? Wer kennt die Zahl?/An deinen Wunden sieht man die Qual/der Namenlosen die hier verbrannt/im Hoellenfeuer aus Menschenhand “. («¿Cuántos murieron? ¿Quién conoce el número?/En tus heridas se ve el sufrimiento/de los sin nombre que aquí murieron calcinados/en el fuego infernal creado por la mano del hombre».)
Cadáver de una mujer en un refugio antiaéreo
Contramanifestación en febrero de 2006 con banderas soviéticas, estadounidenses, británicas e israelíes. La pancarta azul (dcha.) reza: «Todo lo bueno viene de arriba».