Desde el punto de vista arquitectónico, el palacio aúna varios estilos, desde el Románico hasta el Barroco.
A mediados del siglo XVI se hizo una ampliación de estilo renacentista.
Coincidiendo con la llegada del siglo XX, se llevó a cabo una reconstrucción de estilo neorrenacentista, tras lo cual se sucedieron diversas modernizaciones, como la instalación de calefacción por debajo del piso o el alumbrado eléctrico (1914).
Especialmente dañadas resultaron las salas Wappenzimmer, Juwelenzimmer, Silberzimmer y Bronzezimmer.
El famoso Grünes Gewölbe ("bóveda verde") fue reabierto en el palacio en 2005.