A pesar de que su apoyo electoral ha disminuido desde 1980, sigue siendo el mayor partido comunista en Francia y conserva un gran número de miembros, si bien electoralmente desde hace varias décadas ha perdido influencia en la política francesa.
Desde su participación en el gobierno de François Mitterrand, sin embargo, a veces es considerado por la izquierda radical como un partido reformista.
Titulado 'La verdad acerca de las colonias', la primera parte fue dedicada a los abusos cometidos durante las conquistas coloniales, como el trabajo forzoso, mientras que la segunda hizo referencia a la Unión Soviética y la política de las nacionalidades contra el colonialismo.
Sus primeros diputados elegidos se opusieron a la coalición de izquierda formada por la SFIO y el Partido Radical Socialista.
A finales de los años veinte, el PCF siguió una política de ataque a la izquierda moderada, rechazando frontalmente cualquier cooperación con ésta y manteniendo, en consecuencia, una fuerte división en la izquierda.
El Partido Comunista atrajo a diversos intelectuales y artistas en la década de 1920, incluido André Breton, Henri Lefebvre, Paul Éluard, Louis Aragon, etc. Maurice Thorez fue elegido líder del PCF en 1930.
El trabajador ferroviario Pierre Semard había sido secretario general del partido de 1924 a 1929.
Los socialistas, por su parte, apoyaron a republicanos y radicales del gobierno, sin asumir tampoco carteras ministeriales.
El Frente Popular ganó las elecciones de 1936, y Léon Blum formó un gobierno socialista-radical.
El gobierno del Frente Popular pronto se derrumbó bajo la presión de problemas tanto de orden interno (problemas financieros, incluida la inflación) como internacional (los radicales estaban en contra de una intervención en la guerra civil española mientras que socialistas y comunistas estaban a favor), y fue sustituido por un nuevo gobierno presidido por el radical Édouard Daladier.
Esta influencia recién adquirida permitió al PCF establecer el sufragio femenino y la seguridad social en Francia.
Al igual que en Italia, los comunistas eran en ese momento muy populares y tenían un firme compromiso político.
En el Parlamento, la coalición PCF-RDA consiguió la legalización de los sindicatos y la prohibición del trabajo forzado en las colonias.
El Partido Comunista Italiano (PCI) nunca regresó al poder, a pesar del compromiso histórico de los años 1970, y el PCF también fue aislado hasta la victoria electoral de François Mitterrand en 1981.
Así Jean-Paul Sartre, cercano al partido comunista, apoyó activamente el Frente de Liberación Nacional (FLN).
En las elecciones presidenciales, el candidato comunista no pudo obtener un buen resultado, lo que llevó al PCF a apoyar la candidatura de François Mitterrand.
En 1972, Waldeck Rochet fue sucedido por Georges Marchais, que había controlado de forma efectiva el partido desde 1970.
Marchais comenzó una liberalización moderada de las políticas internas, aunque algunos miembros disidentes, en particular intelectuales, continuaron siendo expulsados.
Según Jean Lacouture, Raymond Aron y el mismo Mitterrand, el gobierno soviético y diferentes dirigentes comunistas franceses había hecho todo para evitar que Mitterrand fuera elegido, que ellos consideraron como demasiado beligerante contra el comunismo y muy hábil en su estrategia de reequilibrio de la izquierda.
Desde 1988 a 1993, el PCF apoyó gobiernos socialistas en diversas ocasiones, aunque solo en determinados temas.
En 1994 Marchais se retiró y fue sucedido por Robert Hue, quien inició un proceso de mutación.
En las elecciones legislativas de 2002, el PCF obtuvo un 4,8% de los votos y 21 escaños, mientras que en las presidenciales del mismo año Robert Hue se quedó con solo un 3,4%, lo que acabó llevando a su dimisión.
Sin embargo, apenas obtuvo un 1,94% de los votos, incluso menos que Hue en las anteriores elecciones para la presidencia.
El PCF es la organización más importante en este movimiento llamado Frente de Izquierda (Front de Gauche) y cosechó en sus primeras elecciones unos resultados modestos aunque sensiblemente mejores a los del PCF en solitario.
Por primera vez en años, no se presentó otra lista contra el secretario nacional saliente.