Posteriormente militó en el Partido Comunista Francés, en el que permaneció el resto de su vida aunque sin perder su espíritu crítico (Odes à Maurice Thorez).
Declaró que "Francia se había deshonrado a sí misma [...] al no frenar la mano del fascismo".
[2] Estuvo con Robert Desnos, Paul Éluard, Jean Prévost, Jean-Pierre Rosnay[3] y algunos otros, entre los poetas que tomaron partido, durante la Segunda Guerra Mundial, por la resistencia contra el nazismo (Le Crève-Coeur).
Poeta del amor, Aragon firma una obra plural, en la que el verso libre disputa con la poesía tradicional la manera de renacer.
Entre 1953 y 1972 dirigió la publicación literaria Les Lettres françaises financiada por el Partido Comunista Francés.