Ferrocarriles del Estado (Argentina)

Sin embargo, ninguno de estos [cita requerida]ferrocarriles llegaba hasta los importantes puertos del litoral, sino que ambos funcionaban como ramales abastecedores del Ferrocarril Central Argentino, empresa británica cuya línea construida en trocha ancha unía las ciudades de Rosario y Córdoba.

Sin embargo, el presidente Miguel Juárez Celman (1886-1890) dispuso la venta o arriendo de las principales líneas que eran manejadas por el Estado, reduciéndose la red pública a unos 300 kilómetros de extensión para 1890.

[2]​ En 1895 el Gobierno Nacional adquirió el Ferrocarril de San Cristóbal a Tucumán (trocha 1,000 m) que había sido construido en 1891 por la "Compañía Francesa de Ferrocarriles Argentinos" y que tiempo después pasaría a formar parte de la red del Ferrocarril Central Norte Argentino.

Para el año 1900 los ferrocarriles estatales de fomento hacia las zonas más rezagadas alcanzaban nuevamente unos 2000 kilómetros.

Dicha ley fue aprobada por el Congreso en 1909 y la nueva organización comenzó a funcionar a mediados de 1910 siendo su primer administrador general el ingeniero Miguel Iturbe, quién fue nombrado en su cargo por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado.

[2]​ Cabe destacar que en 1909 el Estado Nacional vendió el Ferrocarril Andino, con lo cual al momento de formar la AGFE solo estaban bajo su control los ferrocarriles Central Norte y el Argentino del Norte.

Dos años antes, en 1908, la ley n.º 5559 había autorizado al Poder Ejecutivo Nacional a estudiar, construir y explotar líneas ferroviarias de trocha ancha (1,676 m) en la Patagonia.

[1]​ En 1922, el gobierno nacional arrienda el Ferrocarril Central del Chubut, una línea que había sido construida en 1888 por capitales privados, cuyos dueños decidieron acudir al Estado para mantener el servicio activo y evitar así mayores pérdidas económicas.

[1]​ La Administración General de los Ferrocarriles del Estado (AGFE) contaba con gran autonomía para el manejo de sus gastos corrientes, mientras que las obras nuevas eran construidas con fondos aportados por el Gobierno Nacional.

La primera tentativa ocurrió entre los años 1912 y 1913 cuando el FCCCba intentó comprar las líneas de los Ferrocarriles del Estado a través del inversor canadiense Percival Farquhar, quien comandaba un consorcio de inversores europeos y norteamericanos bautizado "Compañía Ferroviaria Argentina" (Argentine Railway Company).

[3]​ Una vez finalizada la Primera Guerra Mundial la bancada conservadora del senado nacional impulsó la creación de una empresa mixta entre los Ferrocarriles del Estado y el FCCCba, sin embargo la ley fue vetada por el presidente Hipólito Yrigoyen en 1920.

[3]​ Ese mismo año el gobierno compró también el Ferrocarril Trasandino Argentino, cuya línea se encontraba inoperable tras un alud ocurrido en 1932.

Esta suma cubriría el pago por los activos físicos pero no sobre los materiales acumulados en los depósitos que se negociarían por separado.

[3]​ En 1945, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los ingleses y franceses iniciaron conversaciones con el gobierno argentino para vender sus ferrocarriles al Estado.

En 1948, tras la nacionalización de Perón, el decreto N° 32.574 re organizó las líneas ferroviarias admisntradas por Ferrocarriles del Estado.

Estación del Parque , ubicada donde actualmente se erige el Teatro Colón .
Afiche publicitario del Ferrocarril Central Argentino (1913).
Coche motor en la línea Córdoba - Cruz del Eje .
Edificio de los Ferrocarriles del Estado (Retiro-Capital Federal). Fue construido en los años 30.
Construcción de las bases del puente ferroviario Carmen de Patagones-Viedma