Edificio Ferrocarriles del Estado

Pero rápidamente las instalaciones del mismo y su sistema de diques interconectados resultaron insuficientes para los barcos que ingresaban a la ciudad.

La gestión estatal pretendió con este edificio, así como con el del Ministerio de Obras Públicas, demostrar que podía llevar adelante construcciones imponentes con plazos breves, rompiendo con el estigma de la lentitud burocrática.

El edificio cuenta con dos sótanos, planta baja, entrepiso y 6 pisos altos.

Está rodeado por jardines, y se accede a él por la Avenida de los Inmigrantes, un amplio boulevard.

En la planta baja se ubicó el gran hall principal, con ventanales y paneles decorativos (del artista Rodolfo Franco).

En los pisos 5º y 6º se ubicaron salones para exposición de productos.

Por encontrarse en un terreno realizado con relleno sobre los sedimentos del río, fue necesario fundar el edificio en una platea de hormigón armado a 10 metros bajo la superficie, con vigas invertidas sobre las cuales se apoyan las columnas.

En el hall también se pusieron mosaicos de mármol reconstituido Chiampo.

Gran hall y mural de Rodolfo Franco (1937)