Estos últimos tres edificios son Monumentos Históricos Nacionales.
El personal técnico era extranjero, -mayormente alemanes y suizos-; mientras que los empleados comerciales eran argentinos.
[2] Arienti y Maisterra, que ya conocía el negocio del cemento premoldeado, incursionó en la construcción de obras civiles, presentádose en licitaciones públicas.
[6] Paralelamente, comenzó con la remodelación del Mercado de Abasto, que fue inaugurado en 1934.
[8] Esta obra, diseño de los arquitectos Sánchez, Lagos y de la Torre, -los mismos arquitectos del edificio Cavanagh-, fue muy complicada porque hubo que cavar y apuntalar los edificios linderos, que eran muy antiguos.
El edificio, que fue diseñado por el prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo, es la única obra edilicia en la que no se colocó la inscripción de "Arienti y Maisterra.
A continuación, se cita un párrafo que resalta la importancia de esta obra: "La magnitud y el valor artístico y técnico de la construcción, que con justicia entra en la categoría de los "monumentos" arquitectónicos argentinos, así como la función primordial que en esta obra ha tenido el cemento portland integrando la estructura de hormigón armado [...] Valga esta nota como rápido enfoque de esta magnífica concepción del Arquitecto Alejandro Bustillo, ejecutada en lo fundamental por la empresa Arienti y Maisterra".
[2] A mediados de los 60' la empresa, Arienti y Maisterra, al igual que otras grandes constructoras nacionales, comenzó a atravesar problemas económicos vinculados con la caída de contratos con el Estado.