Diseñada por el prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo con una combinación de estilos clásicos en clave monumentalista, la casa central ocupa una manzana entera con 10.000 metros cuadrados y fue inaugurada en 1944.
En 1916 la Bolsa de Comercio inauguraba su nueva sede en la Avenida Alem, y así la manzana completa iba pasando al poder del Banco Nación, proceso que se concretó en 1925.
Así, en 1926 la institución tuvo una primera propuesta para la construcción de su definitiva Casa Central, proyecto y concurso que quedó trunco.
Bustillo no tuvo un mero rol de consulta, sino que trabajó intensamente en el proyecto, que denota su muy personal estilo, e incluso encargó la construcción de una maqueta en yeso para analizar las proporciones del proyecto y su pretenciosa estructura.
A medida que la figura de Bustillo iba ganando peso en las decisiones proyectuales, el diseño del futuro edificio fue volviéndose una cuestión personal.
Pese a su enorme dimensión, la cúpula no es visible del lado de afuera, pues queda tapada exteriormente por la mansarda que la rodea.
Bustillo se encontraba en la búsqueda de un estilo que nacional basado en las formas clásicas y en las proporciones académicas.
Al mismo tiempo, el antiguo edificio del Banco Hipotecario de estilo clasicismo despojado (actualmente ocupado por la AFIP), también fue pensado para mostrar la misma ochava en espejo con la sede del Banco Nación, pero los planes fueron cambiados sobre la marcha, cuando la construcción ya se estaba llevado a cabo, muy a pesar de que esas modificaciones no afectarían solo a un edificio sino que arruinarían un proyecto mayor.
Claramente, si desde un principio el plan hubiera sido no realizar dicha ochava, su pórtico de ingreso se habría construido centrado.