Pablo Nogués

Es especialmente célebre por su desempeño al frente de los Ferrocarriles del Estado por más de una década, desde 1932 hasta su muerte, lo que le valió ser calificado como un "caracterizado exponente del empresariado estatal" por el historiador Tulio Halperín Donghi y mencionado como "insustituible" por Félix Luna.

Allí fue compañero de Agustín P. Justo, futuro presidente del país entre 1932 y 1938, con quien lo uniría una larga amistad.

[2]​ Más tarde se desempeñó como profesor de Ferrocarriles y Tecnología en la misma facultad.

[2]​[5]​ Los Ferrocarriles del Estado se encontraban en una mala situación económica, con importantes déficit de explotación, y habían tenido una administración inestable durante los gobiernos radicales.

En 1933 se logró un reducido superávit y un año más tarde la cifra alcanzaba los 4,8 millones.

Por otro lado, se habría negado en forma tajante a permitir nombramientos políticos, con la frase "El único puesto disponible en la administración es el mío".

Por su parte, en 1938 se firmó el convenio de explotación, luego perfeccionado en una compraventa, del Ferrocarril Central Córdoba (FCCC),[10]​ que permitió a los Ferrocarriles del Estado contar con un acceso propio a Buenos Aires y su puerto.

La incorporación de cochemotores Ganz permitió reemplazar la tracción a vapor y mejorar los servicios de los Ferrocarriles del Estado.
Placa de homenaje de los Ferrocarriles del Estado a Pablo Nogués colocada en su bóveda en el Cementerio de la Recoleta .