Expedición de Drake y Hawkins

Ante el mal cariz que la guerra estaba tomando para los intereses ingleses, Drake propuso a la reina Isabel una operación contra el Caribe español con el propósito de saquear los asentamientos españoles y establecer una colonia inglesa permanente en Panamá.

Sin embargo las defensas españolas se anticiparon al ataque inglés, desembocando la operación en un nuevo desastre que costaría la vida tanto a Drake como a Hawkins, y asentando la hegemonía española en el Caribe.

La reina accedió a la proposición del famoso corsario, pero desconfiando de su anterior desempeño en la expedición de la Invencible Inglesa puso como condición que el mando fuese compartido con el reputado marino John Hawkins.

[1]​ Así, se organizó una flota cuyo núcleo estaba formado por seis galeones reales, el Garland, el Defiance, el Bonaventure, el Hope, el Foresight y el Adventure.

[1]​ Drake, que había conseguido notables éxitos durante su expedición anterior contra las indias españolas llevada a cabo entre 1585 y 1586, estaba convencido de que esta vez, contando con una fuerza muy superior, la victoria sería inevitable.

Ante la imposibilidad de llegar a América en esas condiciones, se produjo una discusión en la que se debatía si era conveniente, aun a costa de perder el factor sorpresa, atacar las islas Canarias, en el África occidental.

Drake era partidario del ataque, mientras que Hawkins consideraba demasiado importante el factor sorpresa como para perderlo en una pequeña escaramuza en las Canarias.

Finalmente, los ingleses decidieron atacar poniendo rumbo a Las Palmas el 4 de octubre.

Tras una travesía sin contratiempos, la escuadra inglesa llegó al mar Caribe en noviembre de 1595.

El barco, comandado por don Sancho Pardo Osorio había conseguido arribar a duras penas a San Juan, transportando un gran tesoro valorado en 3 millones de pesos de plata.

El capitán español ordenó sin pérdida de tiempo arremeter contra el grupo de nueve buques ingleses[2]​ que tenían frente a ellos, trabándose un rápido combate en el que resultaron muertos cuarenta y cinco ingleses y veinticinco fueron hechos prisioneros, capturándose el buque Francis.

Tras celebrarse una reunión entre el gobernador, el coronel don Pedro Juárez, y los oficiales españoles para preparar la defensa, se echaron a pique varios buques viejos en la bocana del puerto, incluido el galeón averiado,[1]​ para dificultar la entrada de los ingleses, se organizaron diversas posiciones artilleras en lugares estratégicos, y se dispusieron las cinco fragatas de modo que cubrían con su artillería la entrada a la bahía, a la espera de la llegada de Drake.

Una bala penetró en la estancia del almirante inglés, muriendo en el acto los capitanes Clifford y Brown, aunque Drake salió ileso.

Mientras las relaciones inglesas afirman que Hawkins falleció por enfermedad el 12 de noviembre cuando los ingleses se aproximaban a Puerto Rico, los relatos españoles aseguran que Hawkins perdió la vida durante esta acción artillera.

[2]​ En cualquier caso, rápidamente los ingleses, bajo el fuego de los cañones españoles, levaron anclas y se alejaron a una distancia prudente de la entrada al puerto, habiendo perdido a varios hombres.

Con unas pocas salvas la flota de barcazas enemiga quedó destrozada, mientras las dotaciones acribillaban incesantemente con sus mosquetes a los náufragos.

Los ingleses pusieron rumbo a Panamá con el objetivo de establecer una colonia permanente desde la que amenazar las posesiones españolas en América.

Drake, impotente, ordenaba quemar todos los asentamientos abandonados con los que se iba encontrando, obteniendo como único resultado nuevas bajas debidas a la acción de las guerrillas.

El almirante inglés, tras reconocer la disposición defensiva de la ciudad, renunció al ataque y continuó navegando hacia Panamá.

[1]​ Además, las dotaciones de los botes que se encontraban en tierra fueron también hechas prisioneras.

Por su parte los españoles vieron como uno de sus galeones se incendiaba sufriendo ochenta bajas entre muertos y heridos.

Poco después llegaba el almirante Avellaneda que se lanzó a la persecución de la flota inglesa, perdiéndola a la altura del canal de Bahama, donde los ingleses decidieron jugarse el todo por el todo arrojando su artillería por la borda y mojando las velas para ganar velocidad.

Tras la victoria decisiva en el escenario europeo frente a la Invencible Inglesa de 1589, la guerra se decantaría definitivamente hacia el lado español.

Recorrido aproximado de la expedición de Francis Drake y de John Hawkins de 1595-1596 (en rojo) y del seguimiento y final ataque naval de la flota de Bernardino de Avellaneda y don Juan Gutiérrez de Garibay (en azul)
Alonso de Sotomayor , organizador de la defensa de Panamá contra el ataque de Drake.
Félix Lope de Vega , autor del poema épico La Dragontea , en el que se narra la victoria española sobre Drake.