La promoción estatal del ateísmo como norma pública se implantó por primera vez durante la Revolución francesa (1789-1799).
Esta tendencia tomó fuerza especialmente a mediados del gobierno de Iósif Stalin entre 1929 y 1939.
[11] En ese sentido, Marx consideraba que la religión podía ser definida como el "opio del pueblo".
Sobre la importancia del ateísmo en los crímenes cometidos contra creyentes en la URSS, el científico y divulgador ateo Richard Dawkins ha resaltado que, según su opinión, las atrocidades de Stalin habrían sido inspiradas por su dogmática y doctrinaria lectura del marxismo,[12] más que por su ateísmo.
[13] Dawkins opina que aunque Stalin y Mao eran ateos, no cometieron sus atrocidades inspirados o movidos por dicha convicción.
[14] Sin embargo, ha habido casos, como la Albania comandada por Enver Hoxha, en los que se llegó a legislar explícitamente prohibiendo la religión, con la intención de convertir al país en oficialmente ateo.
[15][16] La República Popular de Albania fue declarada estado ateo por Enver Hoxha en 1967, y se mantuvo como tal hasta 1991.
La tendencia hacia el ateísmo de estado alcanzó su cenit cuando fueron prohibidas todas las religiones, al ser consideradas como importaciones extrañas a la cultura albanesa.
Para 1967, las confesiones religiosas habían renunciado a sus 2.169 iglesias, mezquitas, claustros y ermitas; de las cuales 1.820 fueron destruidas.
[18][9] Muchos imanes y sacerdotes ortodoxos renunciaron a su pasado "parásito" (apostasía forzada).
[20] Como documentó la revista cultural mensual "Nëmdori": "la juventud ha creado la primera nación atea del mundo".
Sin embargo, algunos antiguos cultos paganos no institucionales, realizados en áreas rurales, fueron aceptados como parte de la cultura nacional.
Aunque todos los líderes soviéticos compartían el mismo objetivo a largo plazo de cohesionar al pueblo, sus políticas fueron variando.
La Iglesia Ortodoxa Rusa, que tenía cincuenta y cuatro mil parroquias antes de la Primera Guerra Mundial, se vio reducida a quinientas por 1940.
La constitución afirma: «los organismos y asuntos religiosos no están sujetos a ninguna dominación extranjera».
[36] En 1992, la disolución de la Unión Soviética llevó al país a declararse un Estado laico.
[37][38] El Papa Juan Pablo II contribuyó al deshielo cubano cuando realizó una visita histórica a la isla en 1998 y criticó el embargo estadounidense.
En paralelo se desencadenó una campaña de purgas al estilo soviético en el Partido Comunista y el ejército mongol.