Ernst Lindemann

A bordo del SMS Bayern participó en la Operación Albión en octubre de 1917.

Sus órdenes consistían en irrumpir en el océano Atlántico Norte sin ser detectados por los navíos del bando aliado y atacar en las rutas de la marina mercante británica.

[3]​ En 1912 terminó la educación secundaria con buenas notas y en los siguientes seis meses acudió a la Royal Polytechnic Institution de Richmond, en Londres.

A pesar de ello, el médico dictaminó que el joven Lindemann era tan solo era apto para tareas limitadas, pues una neumonía que padeció en la infancia lo habría dejado incapacitado para servir, por ejemplo, en los submarinos.

Todos los tripulantes que ingresaron el año anterior fueron destinados a diversos buques de la marina.

A bordo del segundo tomó parte en la operación Albión entre septiembre y octubre de 1917, una misión destinada a capturar varias islas del mar Báltico que pertenecían a Rusia pero que se vio malograda porque el 12 de octubre de 1917 el poderoso acorazado Bayern impactó contra una mina marina y sufrió daños considerables.

[17]​ Cuando Ernst Lindemann regresó a su patria no era seguro que pudiera continuar con una carrera en la marina.

En 1934 fue destinado a los astilleros de Wilhelmshaven para que se familiarizara con el nuevo crucero pesado Admiral Scheer.

Sin embargo, dudó que el nuevo y poderoso buque estuviera listo para la acción antes de que la guerra hubiera terminado, algo comprensible al comienzo del conflicto, cuando los éxitos alemanes hacían prever una corta duración del mismo.

Lindemann eligió a Von Müllenheim-Rechberg como su ayudante personal y le pidió que se refiriera al barco en género masculino en lugar de en femenino, como es habitual en el idioma alemán, en deferencia a su tremendo poder de fuego.

Aunque los alemanes lo desconocían, los británicos habían interceptado sus señales inalámbricas y sospechaban del inminente inicio de alguna operación.

Lindemann ordenó atacar y el Bismarck consiguió hacer un impacto al enemigo, por lo que los buques británicos retrocedieron ante la evidente superioridad de las naves germanas.

Un impaciente Lindemann intervino diciendo: Ich lasse mir doch nicht mein Schiff unter dem Arsch wegschießen.

[40]​[41]​ Después los alemanes concentraron sus cañonazos en el Prince of Wales y lo dañaron gravemente, pero en el breve combate este consiguió colocar tres impactos directos al Bismarck que provocaron inundaciones en su proa.

[42]​ Tras el combate Lindemann y Lütjens tenían opiniones distintas sobre cómo continuar con la operación.

El primero quería perseguir al Prince of Wales y acabar de hundirlo, pero Lütjens tenía muy presente las órdenes de Raeder sobre evitar el combate innecesario contra buques enemigos y rechazó perseguir al acorazado británico.

[43]​ Asimismo, tampoco se pusieron de acuerdo sobre a qué puerto dirigirse para reparar los graves daños sufridos por el Bismarck y Lütjens impuso su opción, que fue poner proa al puerto francés de Saint-Nazaire.

[45]​ Nadie que estuviera presente cuando se produjeron las diferencias de opinión entre Lindemann y Lütjens sobrevivió, pero el marinero Heinz Staat escuchó una conversación entre el vigía Hans Oels y otro oficial en la que hablaban del mal ambiente que se había creado en el puente de mando.

[46]​[47]​ El Bismarck acabó hundido menos de una semana después debido al enorme operativo que la Royal Navy puso en marcha para aniquilarlo.

Ese mismo día quince torpederos Swordfish del Ark Royal atacaron al Bismarck y dañaron uno de sus timones, lo que redujo su velocidad y le impidió continuar con el viaje hasta Saint-Nazaire.

[49]​ La noche del 26 al 27, el acorazado alemán fue atacado incesantemente con torpedos por cinco destructores bajo mando del capitán Philip Vian, que no dañaron al acorazado pero impidió descansar a Lindemann y sus hombres.

Los germanos estaban preparando cargas para echar a pique su nave cuando el Dorsetshire le causó varios impactos con torpedos.

Además, el diario de guerra del Bismarck se perdió para siempre.

Von Müllenheim-Rechberg trató de hablar con él y fue ignorado, no sabe si por la fatiga del capitán o por sus desacuerdos con Lütjens.

[53]​ Robert Ballard, que descubrió e inspeccionó el pecio del Bismarck en 1989, confirmó que el puente del acorazado recibió impactos de más de cincuenta proyectiles.

[59]​ Todos los camaradas que ingresaron con Lindemann en la marina en 1913 se pusieron en contacto con su joven viuda.

El crucero protegido SMS Hertha , primer buque en el que sirvió Lindemann tras su ingreso en la Marina Imperial alemana.
A bordo del acorazado SMS Bayern Lindemann tomó parte en la operación Albión en 1917.
Lindemann fue primer oficial de artillería durante el despliegue del crucero pesado Admiral Scheer en 1936 en la guerra civil española .
El capitán Lindemann pasando revista a la tripulación del Bismarck el 24 de agosto de 1940.
El Bismarck zarpando desde Hamburgo por primera vez el 15 de septiembre de 1940.
El Bismarck disparando contra HMS Prince of Wales el 24 de mayo de 1941. Foto tomada desde el Prinz Eugen .
Mapa de los movimientos del Bismarck y el Prinz Eugen (líneas rojas) y de sus perseguidores británicos (líneas negras).
Lápida de la familia Lindemann en el cementerio de Dahlem, Berlín, con una inscripción en recuerdo del capitán Ernst Lindemann.
La «Batería Lindemann» en 1942.