El Tintal es un sitio arqueológico maya ubicado en el departamento de Petén en Guatemala, y fue una ciudad de gran tamaño e importancia histórica en las tierras bajas mayas, con una ocupación larga que abarcó casi dos milenios, desde el periodo Preclásico Medio (1000 – 350 a. C.) hasta el Clásico Terminal (830 – 950 d. C.).La región donde se ubica El Tintal es de mucha importancia arqueológica, y posee además una gran riqueza natural representada en la diversa vida silvestre que la habita.Toda esta evidencia indica que El Tintal se formalizó como un asentamiento grande y organizado durante el Preclásico Tardío.La reducción de los recursos naturales a nivel regional causaron una crisis social, económica, y política al mismo nivel, con un consecuente abandono parcial de las metrópolis como El Tintal,[4] que habrían quedado con una población reducida que utilizaba los espacios y edificios viejos, pero sin realizar construcciones notables nuevas por los siguientes 350 años.[4] El Conjunto K’ub’ul (estructura 14N-P1), que delimitaba a la Plaza B por el sur, fue la segunda construcción más grande en el Complejo Mano de León, y se caracterizó en el Clásico Tardío por su arquitectura sofisticada, y sus esculturas de estuco modelado polícromo en bajo relieve.[4] Las excavaciones revelaron que los habitantes del sector vivían e interactuaban en edificios de mampostería caliza, abovedados o terraceados, y enlucidos con estuco, y que además tenían acceso a objetos portátiles valiosos como la cerámica polícroma.Este declive fue parecido al del Preclásico Tardío, pero intensificado por conflictos armados crónicos regionales, que eventualmente propiciaron una crisis social y política aguda generalizada, que dio como resultado el abandono total de varias ciudades grandes.En esta época de decadencia, los edificios administrativos del Complejo Mano de León fueron perdiendo relevancia a tal grado que ya no se les dio mantenimiento, sus fachadas fueron desmanteladas parcialmente, y comenzaron a albergar actividades lúdicas como el patolli.Dada esa cercanía, y a que los campamentos eran habitados durante varios meses al año, los chicleros habrían sido los primeros seres humanos en visitar el antiguo asentamiento con regularidad, después de su abandono diez siglos atrás, e iniciar con ello una nueva fase cultural en su registro arqueológico.En 1951 el investigador Heinrich Berlin visitó el campamento, y lo reportó en una publicación científica, sin embargo no mencionó al sitio arqueológico, o alguno de sus edificios.[2] La existencia del sitio fue reportada hasta 1966 por Ian Graham, quien le puso el nombre del campamento chiclero ubicado en la cercanía, y quien cuatro años más tarde, en 1970, realizaría las primeras excavaciones arqueológicas,[2] iniciando con ello la investigación científica de El Tintal, que por varias décadas fue intermitente.Entre 2000 y 2014 el Proyecto Arqueológico Cuenca Mirador continuó sus intervenciones en el sitio, publicando en 2005 el mapa esquemático más completo hasta ese momento,[15] y realizando ocho años más tarde el primer levantamiento topográfico del área central.Debido al gran interés que despertó El Mirador en el público general desde finales del siglo XX, en el siglo XXI El Tintal es visitado regularmente por viajeros, turistas, y aventureros, quienes pasan por el sitio de camino a su vecino del norte.
Imagen en perspectiva de la meseta de El Tintal.
Mapa del Complejo Mano de León, centro político y ceremonial de El Tintal.
La estructura 14N-P1, conocida como Conjunto K’ub’ul, mostrando los efectos del intemperismo, la sedimentación, y el crecimiento vegetal que la afectaron por siglos.
La estructura 14N-IIA, mostrando los efectos destructivos del expolio arqueológico.
Proceso de toma de fotografías aéreas con un drone, de una excavación arqueológica en el Tintal. La fotografía aérea con drone, es una de las tecnologías de inicios del siglo
XXI
que se han empleado en la investigación del sitio.