Diez días más tarde, el mismo Congreso renunció también a toda otra dominación extranjera.En 1814, el rey Fernando VII de España había regresado al trono español.El rey quería reconquistar sus dominios en América; los realistas, que eran los partidarios de la monarquía española, habían triunfado en Huaqui, Vilcapugio y Ayohúma, y eran fuertes en el Alto Perú -en la región occidental de la actual Bolivia-.Según la decisión de los propios delegados, la presidencia del Congreso era rotativa y cambiaba cada mes.Varias provincias del Alto Perú, entre ellas Potosí, Cochabamba y La Paz, habían caído nuevamente en poder de los realistas.El dictador Francia detuvo al enviado en Pilar y no respondió a la invitación.Las labores del Congreso continuaron en Buenos Aires, donde comenzó a deliberar a principios de 1817, y donde sancionó la Constitución Argentina de 1819, que estableció una república centralista.Donde decía «independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli», se añadió: El acta original, firmada por todos los miembros del Congreso, fue redactada en el libro de Actas de las sesiones públicas de dicha asamblea, pero ese libro se ha perdido.Acompañado por una comitiva protegida por diez hombres armados, al llegar a la altura de Las Barrancas (provincia de Córdoba), Grimau y Gálvez fue interceptado por una partida que aparentemente, respondía a las directivas del General José Gervasio de Artigas.Lo que dio motivo a sospechas vehementes sobre la sinceridad de la conducta oficial.Se reproducen aquí los artículos 1 y 2 del mencionado decreto:
La Casa Histórica de la Independencia en San Miguel de Tucumán.