Cuando el Congreso fue trasladado a Buenos Aires, Acevedo fue su último presidente justo antes de que fuera disuelto; como resultado de la victoria federal de 1820 fue reducido a prisión.
Luego regresó a su labor de cura en Belén.
En Catamarca abrió una escuela, fundó un seminario y dictó gratis una cátedra de filosofía.
También fue diputado por Catamarca en el Congreso General de 1824.
En 1825 se incorporó a la Constituyente reunida en Buenos Aires, interviniendo en las discusiones sobre la llamada "Ley Fundamental".