Batalla de los Puentes Largos

[6]​ El motín comenzó entre las V y XXI legiones de Cecina, atrincheradas en Castra Vetera (actual Xanten), sumándose la I y XX, estacionadas en la capital de los ubios, Ara Ubiorum (actual Colonia), algo facilitado porque todas las tropas estaban ociosas.[7]​ Las legiones atacaron a sus centuriones y los altos oficiales, quienes no fueron capaces de calmarlas.[15]​ Escuchó sus quejas[16]​ pero al inicio fue incapaz de calmarlos, y cuando amenazó con suicidarse, los legionarios simplemente le dieron una espada para que lo hiciera.[20]​ Además, era previsible una invasión germana al desguarnecerse el Rin y era muy peligroso armar a auxiliares o mercenarios bárbaros para enfrentarlos.[21]​ Resuelto el problema con las legiones de Cecina, lo envió para Ara Ubiorum a reunirse con la I y XX legiones,[22]​ mientras la V y XXI se negaron a marchar allá hasta que les pagaran.[37]​ Llegó a la principal aldea de los marsios sin encontrar vigías,[38]​ ahí formó cuatro cuñas con las que atacó, devastando y quemando sin piedad todo el lugar, incluido el famoso templo de Tanfana.[42]​ Después de este éxito, en el año 15, Tiberio decretó un triunfo pero las operaciones continuaron, planeando contra los catos.Los supervivientes cruzaron a nado el río Adrana (Eder) pero el procónsul hizo construir un puente para atravesarlo[45]​ y seguir a la capital de esa tribu, Mattium (cerca de la actual Niedenstein), que fue quemada y saqueada.[46]​ Entre tanto, Cecina atacó las tierras de los queruscos más cercanas a los catos, impidiendo que ambas tribus se ayudaran.[47]​ Posteriormente, salvó a Segestes y su hijo, Segismondo,[48]​ que estaban asediados por los queruscos, los cuales apoyaban mayoritariamente al antirromano Arminio.[50]​ El salvado entregó a su hija embarazada, la esposa de Arminio, Tusnelda, como rehén.Ahí reclutó guerreros caucos[53]​ y envió al legado Lucio Estertinio con 4.000 jinetes[54]​ e infantería auxiliar contra los brúcteros.Cecina fue encargado de volver por los Longi Pontes, «Puentes Largos»,[64]​ construidos por Lucio Domicio Enobarbo entre 3 y 1 a. C..El historiador español Carlos Pacheco estimaba que la columna sumaba de veinticinco mil a treinta mil personas,[71]​ en cambio, el alemán Martin Hülsemann habla de 28.000 a 30.000, incluyendo no combatientes.[72]​ Para ello, utiliza de ejemplo la fuerza con la que Germánico cruzó por primera vez el Rin.Dejó parte de sus tropas formando una pantalla protectora mientras el resto empezaba a levantar un campamento.[86]​ Muchos estaban heridos y los acompañaban civiles,[87]​ todos aterrados por los cánticos de sus enemigos.Solamente la disciplina impuesta por Cecina[88]​ impidió una retirada desordenada y desastrosa, cuando los soldados creyeron que los germanos entraban al campamento,[87]​ pero era una falsa alarma[88]​ producida por un caballo suelto.[87]​ Los oficiales se reunieron en un consejo y resolvieron que no podían seguir retirándose en esas condiciones.Al ser un terreno abierto, los romanos demostraron su superioridad[93]​ masacrando a los sorprendidos germanos.[94]​ Probablemente fueron varios miles los germanos que pagaron con su vida el error de sus comandantes.Entonces algunos oficiales quisieron destruir los puentes que cruzaban el Rin pero Agripina, esposa de Germánico, lo impidió.[103]​ Tras las campañas se declararon ceremonias triunfales en honor de Cecina, Apronio y Silio.