La ciudad de Mogontiacum (Maguncia, Alemania) perteneció al Imperio romano durante casi quinientos años.
Todos estos civiles constituyeron lo que los romanos llamaban una cannabae, una verdadera ciudad cuya vida giraba en torno a la fortaleza militar.
El floreciente comercio generado por la base militar y el abastecimiento del limes y las relaciones con la Germania libera hicieron prosperar la ciudad, aunque sobre ella pendió siempre la amenaza de ataque y de invasión, desde la otra orilla del Rin, por tribus como los catos, los alamanes o los vándalos, especialmente en el siglo III después del exitoso ataque alamán contra el limes de 258.
Durante los siglos III y IV, el cristianismo llegó a Mogontiacum, aunque no existen pruebas fehacientes antes de 343, cuando aparece por primera vez un obispo llamado Martinus o Marinus.
En 451, los hunos conquistaron la ciudad, aunque sin causar grandes daños, a pesar de que ya se encontraba gravemente deteriorada, al haber sido abandonada por el poder imperial.