La batalla terminó en una clara victoria romana y fue considerada la venganza por la derrota de Publio Quintilio Varo siete años atrás.
[12] Al comenzar la primavera del año 16, Germánico había reflexionado durante el invierno sobre cuál era la estrategia a seguir, analizando cuidadosamente sus éxitos y fracasos en los dos años anteriores de guerra.
[19] Algunos eran angostos en proa y popa pero anchos en los centros para sostenerse mejor en el océano, otros con una quilla plana para permitirles varar sin daño.
[25] Cuando la flota se completó, Germánico hizo distribuir la comida, legionarios y auxiliares entre las naves, que entraron por el canal construido por su padre biológico, Fossa Drusi, la «Fossa Drusiana», atravesaron los lagos y un tramo de mar hasta alcanzar la desembocadura del río Amisia (probablemente Bentumersiel, actual distrito de Leer).
[27] Cuando el procónsul estaba construyendo un campamento inicial, le informaron que los angrivarios se habían rebelado.
En el curso del río se encontró Arminio y una delegación con Estertinio, pidiendo hablar con su hermano, llamado Flavio, que servía a los romanos.
[43] Mucho más moderado es Hans Delbrück, quien estimaba que los soldados romanos no eran menos de 50 000.
[49] Precisamente, esa noche los germanos intentaron un asalto, pero tras comprobar que las legiones estaban en posición defensiva y vigilaban todos los puntos[50] se retiraron sin luchar.
Marchaban así para poder reaccionar ante los previsibles ataques sorpresa que se esperaban en un territorio tan boscoso.
[60] Finalmente, montando su caballo logró romper el cerco que se estaba formando y liderar la retirada.
Según algunos, los auxiliares caucos, antiguos aliados del caudillo, lo reconocieron y le permitieron escapar.
También hubo germanos que intentaron esconderse en los árboles, transformándose en la burla de los arqueros romanos, quienes se dedicaron a abatirlos con sus flechas.
[62] Los romanos sufrieron pocas bajas, combatiéndose desde la mañana hasta la noche y quedando el campo cubierto de germanos muertos.
Abandonaron sus planes de migrar más allá del Albis y decidieron contraatacar, reclutando todo aquel que podía luchar, desde jóvenes hasta ancianos, dispuestos a combatir contra los romanos.
Las legiones desplegaron sus máquinas de asedio poco después, apoyando a sus honderos y causando una matanza.
Sus enemigos, en cambio, no podían usar apropiadamente sus largas espadas y lanzas por la falta de espacio, quedando en total desventaja.
[69] Arminio estaba agotado por el combate y sus heridas, debiendo retirarse al campamento, donde su tío vagaba sin rumbo.
Dijo que no tomaran prisioneros porque solamente el exterminio del adversario traería la paz.
[77] Este desastre hizo temer una nueva rebelión germánica, así que el procónsul envió al legado Silio con 30 000 infantes y 3000 jinetes contra los caucos, mientras él mismo iba con una fuerza mayor contra los marsios, cuyo rey, Mallovendo, se rindió y entregó una de las águilas de Varo.
La tercera línea que formó estaba destinada a impedir todo movimiento sorpresa de flanqueo por parte del enemigo.
[84] Germánico celebró un triunfo el 26 de mayo del año 17 por sus victorias sobre queruscos, catos, angrivaros y otras tribus hasta el curso del río Elba según Tácito,[85] mientras que Estrabón menciona a los queruscos, catos, sicambrios, caucos, marsos, brúcteros, usípetes, catuarios, tubantes, matiacos y landeres.
[86] En realidad, los romanos eran incapaces de mantener una posición estable al este del Rin, su flota había sufrido fuertes pérdidas por una tormenta[80] la resistencia germana no había sido doblegada a pesar del enorme poderío desplegado por Germánico,[87] es decir, campañas muy costosas en dinero y soldados pero magras en resultados,[88] y uno de sus grupos de batalla casi fue aniquilado:[89] «la guerra, viendo que se le había prohibido terminarla, se dio por finalizada».
[90] A esto se sumaba la extensión y tenacidad de las coaliciones tribales organizadas por Arminio,[90][94] quien es valorado por su «sobresaliente habilidad estratégica» por los historiadores modernos.
[90] El historiador alemán Reinhard Wolters sugiere que en estas campañas murieron tantos legionarios como en las otras guerras contra los germanos iniciadas en 12 a. C., incluyendo Teutoburgo.
[108] Sin embargo, el público romano parece que pasó varias décadas esperando la conquista de Germania.
[112] Se ha especulado que si Germánico no hubiera muerto inesperadamente en el año 19 y hubiera sucedido a Tiberio, quizás no estuviera dispuesto a intentar reconquistar Germania, luchó sin conseguir mucho y tendría unos cincuenta años.
Se tendrían que mantener nuevas guarniciones por un largo periodo de tiempo y desde el este del Elba, las tribus independientes siempre estarían dispuestas a apoyar revueltas, como los germanos ayudando a la rebelión de los bátavos.
Probablemente surgirían guerrillas, aunque no más que las celtas enfrentadas a Cayo Julio César en la guerra de las Galias.