Marcas como Delahaye, Talbot y los posteriores Bugatti son ejemplos de constructores franceses que siguieron este camino.
Como los automóviles y las carreras principalmente italianos definieron el género, la categoría pasó a conocerse como Gran Turismo (particularmente en la década de 1950),[3] ya que había que recorrer largas distancias, en lugar de correr solo distancias reducidas en circuitos.
Italia se encontró con carreras de base con una plétora de automóviles preparados basados en Fiat (a menudo denominados "etceterinis") y pequeños Alfa Romeo, así como modelos atípicos basados en Maserati y Ferrari, marcas que también vendían coches a clientes nacionales y que competían en el escenario mundial.
Esta prueba llegó a ser la más importante de Italia, hasta que un accidente fatal provocó su desaparición en 1957.
Tanto Porsche como Mercedes han regresado intermitentemente al nivel más alto del deporte durante las décadas de 1970, 80, 90 y 2010.
El campeonato IMSA GTP continuó durante algunos años más, pero fue reemplazado por una serie para "World Sports Cars" (prototipos de techo abierto relativamente simples), que dieron lugar a automóviles como el Ferrari 333 SP y el Riley & Scott Mk 3.
Desde la desaparición del Grupo C (donde Japón y Alemania tuvieron sus propias series exitosas), Japón ha seguido en gran medida su propio camino en las carreras de deportivos; como la serie Super GT Japonés, ideada para automóviles de producción muy modificados.
El Campeonato IMSA GT se había basado en prototipos desde 1983, con menos énfasis en los coches de producción en serie.
También contribuyó al descenso la retirada de la Fórmula 1 del popular piloto Mario Andretti.
Pasaría más de una década antes de que otro piloto estadounidense, Scott Speed, se uniera a la Fórmula 1, aunque no tuvo éxito y finalmente se unió a la NASCAR.
Otras divisiones en la escena estadounidense vieron a la Grand American Road Racing Association formar una serie separada, la Rolex Sports Car Series, con su propio GT y reglas de prototipo destinadas a proporcionar carreras más baratas y de menor costo para equipos independientes.
La serie Trans Am regresó en 2009, aunque tuvo dificultades para acceder a un contrato de televisión.
Para 2012, solo participaban unos pocos LMP, y casi todos ellos estaban promocionados por fabricantes japoneses (como Honda o Nissan).
Aston Martin Racing, que durante varios años había participado con un LMP, regresó a la competición de GT en 2012.
Otros cambio importante en el panorama televisivo fue que Speed Channel perdiera los derechos de casi todas las competiciones.
[5] El Daytona Prototype fue reemplazado en 2017 por Daytona Prototype International (DPi), que se basa en los cuatro chasis ACO homologados (Prototipos de Le Mans fabricados por Dallara, Onroak (Ligier), Oreca y Riley-Multimatic), con carrocería de marca y motores homologados.
[6] En 2018, el SRO Motorsports Group asumió la dirección del Pirelli World Challenge, siendo el USAC su organismo regulador desde 2017.
[8][9] Hay muchos tipos de automóviles deportivos que compiten, pero se pueden dividir en dos categorías principales: Sport Prototipos y Gran Turismo (GT).
Estas dos categorías (o "clases") a menudo se mezclan en una sola carrera, como en las 24 Horas de Le Mans.
Desde que se concibió el Campeonato Mundial de Sport Prototipos, ha habido varias normativas en cuanto a carrocería, estilo y tamaño del motor, neumáticos y aerodinámica con los que se deben fabricar estos coches.
Los motores turbo-diésel de 5500 cc también están permitidos en P1 (Audi obtuvo victorias en Le Mans con un automóvil de este tipo en 2006, 2007 y 2008 y Peugeot regresó a las carreras en 2007 con un automóvil con un motor similar en el Peugeot 908).
Mientras que en Europa tienden a organizarse carreras de resistencia, en la competición de EE.UU. los P2 (particularmente el Porsche RS Spyder), a menudo son más rápidos en una vuelta que los P1, con Porsche habiendo conseguido muchas victorias generales contra los Audi en P1.
Los "DP", como se les llama a menudo, son máquinas de carreras de cabina cerrada, especialmente diseñadas, que son menos costosas y (deliberadamente) algo más lentas que los Prototipos Le Mans, que se estaban volviendo peligrosamente rápidos en el óvalo de Daytona y prohibitivamente costosos para los equipos más pequeños.
La intención de la fórmula del Daytona Prototype era proporcionar una clase en la que los estrictos reglamentos técnicos fomentaran una competición reñida y donde el presupuesto fuese relativamente poco importante.
Esta categoría estaba diseñada para equipos privados y debutantes, como una forma más fácil de introducirse en la competición.
La clase GT1 quedó prácticamente suprimida con la eliminación de la competición del FIA GT1 World Championship, lo que supuso su desaparición.
Los equipos también son libres de cambiar motores con otros modelos del mismo fabricante.
Los números en las clasificaciones se refieren a la potencia máxima (en caballos) disponible para cada clase; controlados mediante el uso de limitadores.
Sin embargo, en los últimos años, los cambios en las reglas tanto en GT500 como en GT1 (destinados a permitir que ambas clases compitan entre sí en el futuro) han acercado a ambas categorías, aunque los GT500 todavía tienen una ventaja notable en términos de aerodinámica y rendimiento en curva (suficiente para compensar la mayor potencia de los coches GT1).
Para asegurar carreras más cercanas y menores costos, algunos campeonatos están abiertos a coches GT no homologados.