[7] Tras volver a ser vendida en 1972, Aston Martin pasó por sucesivas administraciones, entre las que figuraron la de Sprague & Curtis (1975-1981), la de Ford Motor Company (1991-2007) y un consorcio liderado por el empresario David Richards (2007-2013).
Aportando un diferenciado estilo inglés, Aston Martin adquirió fama mundial al proveer los automóviles para las películas de James Bond, el agente 007.
Durante casi toda su historia, Aston Martin ha fabricado automóviles de manera artesanal y en pequeñas series; entre 1957 y 2000 la producción total de la marca no llegó a 12 000 unidades.
En 2003 fueron producidos 1476 coches y en 2004 dio un notable salto a 2400 unidades vendidas, acercándose a la meta establecida por el Premier Automotive Group (cuando era su dueño), de cinco mil automóviles anuales para 2006.
Entre 2009 y 2012, Aston Martin ha fabricado una edición especial llamada One-77, con un precio de aproximadamente 1 000 000 €.
Aunque Ian Fleming había colocado a Bond en un DB3 en la novela, el DB5 era el modelo más nuevo de la empresa cuando la película se estaba realizando.
Posteriormente, James Bond conduciría otros modelos distintos de Aston Martin.
En Casino Royale de 2006, el agente Bond conduce un DBS equipado con tecnología punta, y después, en Quantum of Solace, conduce otro DBS a toda velocidad por las calles de una ciudad italiana mientras escapa en una persecución.