Originalmente, el equipo fue bautizado como Charlotte Spirit,[3] pero en un concurso posterior para nombrar a la franquicia resultó victorioso "Hornets" ("Avispones").
Equipos como los San Jose Sharks, Florida Marlins y Jacksonville Jaguars pronto copiarían su popular color.
[9] En la temporada 1990-91, los Hornets seleccionaron en el draft a Kendall Gill, quien reforzó seriamente al equipo.
Johnny Newman, fichado como agente libre en verano, lideró a los Hornets en anotación con 16,9 puntos por partido, seguido de Chapman con 15,7.
Al final de la temporada Littles fue despedido y el mánager general Allan Bristow ocupó su puesto.
Johnson, que lideró la liga en minutos jugados con 3.323, promedió 22,1 puntos y 10,5 rebotes, siendo seleccionado como ala-pívot titular del Este en el All-Star Game de 1993.
Finalizaron quintos en el Este con un balance de 44-38,[13] primera temporada ganadora en su historia, y debutaron en los playoffs.
En ellos eliminaron en primera ronda a Boston Celtics con una canasta en la bocina de Mourning en el partido decisivo.
Sin las dos estrellas, los Hornets firmaron un pobre bagaje (5-16), aunque tras su vuelta volvieron a alzar el vuelo con un 18-8 desde marzo hasta final de temporada regular.
[16] Bogues promedió 10,1 asistencias por partido, segundo en la liga, y Mourning fue seleccionado para disputar su primer All-Star Game a pesar de no poder jugarlo por lesión.
Por su parte, Dell Curry ganó el premio al Mejor Sexto Hombre promediando 16,3 puntos por noche.
[20] En enero, Gill fue intercambiado una vez más, en esta ocasión a New Jersey Nets con Reeves por el base Kenny Anderson.
Otro año, la pretemporada estuvo marcada por la cantidad de movimientos por parte de los Hornets; Anderson rechazó la renovar con el equipo, Johnson fue traspasado a New York Knicks por Anthony Mason y Brad Lohaus, y el recién drafteado Kobe Bryant fue enviado a Los Angeles Lakers por Vlade Divac.
El equipo logró 54 victorias en la liga regular,[22] récord de la franquicia y regresó a la postemporada, aunque fueron barridos por New York Knicks en primera ronda.
[24] El equipo firmó como agentes libre a los bases David Wesley y Bobby Phills.
[29] Con la alineación titular; Davis, Wesley, Mashburn, Brown y Campbell, se llegó un año más a playoffs.
Además, George Lynch, la pieza clave del traspaso que envió a Coleman a los 76ers en octubre, llegó al equipo lesionado por desconocimiento de los propios Hornets, que ignoraban su lesión antes de completarse el intercambio.
Posteriormente se le diagnosticó anemia, una deficiencia de vitamina B12 y vértigo posicional, todo culpa del virus.
[31] Mientras que los Hornets continuaban con un equipo competitivo, la asistencia del público al pabellón descendió dramáticamente, en gran parte por Shinn.
En la mayor parte de principios del siglo XXI, los Hornets estuvieron clasificados entre las últimas posiciones en asistencia, un gran contraste en relación con sus primeros años en la liga.
Shinn cada vez estaba más descontento con el Charlotte Coliseum, y dio un ultimátum a la ciudad para que construyeran un nuevo pabellón, con la amenaza de que los Hornets se mudarían a otra ciudad en caso contrario.
A pesar de ello, su propietario, Bob Johnson, se decidió por su animal favorito, el "bobcat" (lince rojo).
Traspasos posteriores permitieron generar un equipo sólido, alrededor de Okafor, Brezec, Wallace, Brevin Knight, Kareem Rush, Jason Hart, Keith Bogans o el veterano Steve Smith, pero el equipo no logró superar las 18 victorias, ni la cuarta posición de su división.
Tras perder los 7 partidos posteriores consiguieron batir al entonces vigente campeón, los Detroit Pistons, y pocos días después consiguieron una victoria muy significativa para sus seguidores, ya que batieron a New Orleans Hornets en la prórroga en su primera visita a la ciudad que se había llevado su anterior equipo.
Gerald Wallace lideró en anotación al equipo, mientras que Okafor se perdió dos terceras partes de la temporada por lesión.
Una nueva elección alta en el Draft les permitió contar para la temporada 2006-2007 con Adam Morrison, elegido en tercera posición.
Terminaron con un decepcionante 32-50 y enfrentándose a la renovación de Okafor, al que acabarían pagando 72 millones por seis años.
Michael Jordan anunció que Larry Brown no continuaría siendo el entrenador del equipo, siendo reemplazado por Paul Silas.
También obtuvieron jugadores del draft y libres como Kemba Walker, Bismack Biyombo, Byron Mullens, Reggie Williams o Derrick Brown.
El equipo finalizó decimocuarto de su conferencia perdiéndose los playoffs por séptimo año consecutivo, la racha más larga en ese momento en la NBA.