Sin embargo, al menos pudo despedirse del viejo continente ganando la Copa Korać de ese mismo año.Además, se convirtió rápidamente en un jugador muy popular y querido por el público, pese a sus iniciales dificultades idiomáticas.Después de jugar dos años para la franquicia entonces ubicada en Carolina del Norte, el yugoslavo fichó como agente libre por los Sacramento Kings, que ese mismo verano firmaron al ala-pívot Chris Webber y al base Jason Williams.Los Kings siguieron adquiriendo piezas, como el escolta Doug Christie, el base Mike Bibby (este a cambio del citado Williams), o el alero serbio Peja Stojakovic, apadrinado y tutoreado por Divac en sus inicios en la franquicia californiana.En las dos siguientes campañas, las últimas de Divac en los Kings, el equipo cayó consecutivamente en las semifinales de la Conferencia Oeste contra los Dallas Mavericks primero y contra los Minnesota Timberwolves después, y en ambas ocasiones nuevamente por 4-3.[7] Vlade compartió selección con dos grandes generaciones de jugadores balcánicos, que consiguieron importantes éxitos a nivel internacional.Aunque los balcánicos se impusieron en la final del torneo a la URSS, por 92-75, durante la celebración del título un aficionado croata, envuelto en una bandera homónima, saltó a la cancha y fue expulsado de la misma por Divac, mientras este exclamaba que aquel día «había ganado Yugoslavia, no Croacia».Desde 1995, la presencia de Divac en la selección no fue permanente, delegando su liderazgo en jugadores como Dejan Bodiroga o su delfín Stojakovic.Además, después de dar por finiquitada su carrera como jugador, el ya ex pívot trabajó como scout para los Lakers durante un año.[10] En el plano personal, es un reconocido filántropo que dirige su propia ONG, llamada Grupo Siete, y está casado con la actriz Snezana Divac.