fue un jugador problemático, con comportamiento temerario, pero aun así fue el eje de su equipo en las cuatro temporadas que permaneció allí.
Estos números los fue mejorando año a año en New Jersey, con un equipo muy sólido, que mezclaba la juventud del propio Coleman y de jugadores como Kenny Anderson, Chris Morris y Mookie Blaylock con la veteranía de Sam Bowie, Chris Dudley, Terry Mills y el croata Dražen Petrović.
En 1994 fue elegido, junto con Anderson, para el All-Star Game, siendo esta su única participación en la fiesta del baloncesto NBA.
Tras tres temporadas, fue traspasado a los Charlotte Hornets, regresando 3 años después.
En la temporada 2004-2005 fichó por Detroit Pistons, pero fue cortado tras disputar tan solo 4 partidos.