[4] su familia —entre la que se destaca su hermano, el también general Manuel Benedicto Lucas García— pertenecía la élite tradicional guatemalteca.[6] Durante estos años fue diputado en el congreso de Guatemala y cabildeó para impulsar la inversión en esa zona del país.Pese a las amenazas que recibieron algunos vecinos de San Mateo, estos organizaron un comité local para defender el bosque, iniciando una demanda legal contra la empresa.A sus miembros no les interesaba trabajar dentro de un marco institucional y nunca pidieron permiso para sus manifestaciones o acciones.En 1978 por ejemplo, Osorio Paz y otros universitarios recibieron amenazas por su abierta oposición a la construcción de un oleoducto interoceánico que cruzaría el país para facilitar la explotación petrolera.El Gobierno podía ver la inminente posibilidad que los rebeldes guatemaltecos también aprovecharan la movilización popular en la ciudad.La famosa frase final de su discurso ― «Ellos pueden matar a nuestros dirigentes, pero mientras haya pueblo, habrá revolución»― fueron trágicamente visionarias.[22] Quince días después del asesinato de Oliverio Castañeda, fue desaparecido su sucesor, Antonio Ciani García.[9] En los siguientes 18 meses recibieron amenazas casi todos los dirigentes estudiantiles y profesores universitarios con vinculaciones políticas (incluso con los partidos legales).A veces la amenaza fue de forma muy sutil e indirecta, transmitida por un conocido, mientras que otras personas fueron abiertamente presionados para salir del país.Esta se convirtió en la forma más simple y eficiente de desarticular el movimiento.Ese mismo día, a pocas horas, fue acribillado el dirigente estudiantil y sindical Ricardo Martínez Solórzano.Casi todo el contenido de su órgano oficial, Siete Días en la USAC, fue una constante crítica al Gobierno.[d][24] Los precios del café iniciaron un descenso, y se autorizó la reducción de los impuestos a ese producto, que era la principal fuente tributaria.Además, mostraron la línea convergente hacia la que se encaminaban tanto el movimiento social como la insurgencia.[46] En el Gobierno de Romeo Lucas-García la estrategia contrainsurgente se concentró en eliminar al movimiento social tanto urbano como rural, el cual había crecido sensiblemente durante los años previos, así como combatir a la guerrilla.[46] El terror que se desató durante este Gobierno desestructuró todas las organizaciones sociales, políticas y profesionales existentes.avenida de la zona 1, frente a la esquina donde se localizaba el despacho presidencial dentro del Palacio Nacional.[57] El ataque contra objetivos financieros, comerciales y agrícolas se nincrementó, ya que los grupos guerrilleros consideraban a esas instituciones como «reaccionarios burgueses» y «millonarios explotadores» que colaboraron con el «Gobierno genocida» de Romeo Lucas-García.A tan solo quince días del asesinato de Castañeda de León, fue desaparecido su sucesor, Antonio Ciani García, y en los siguientes 18 meses recibieron amenazas casi todos los dirigentes estudiantiles y profesores universitarios con vinculaciones políticas (incluso con los partidos legales).Quienes no hicieron caso y continuaron con sus actividades de protesta, murieron o fueron secuestrados.En un caso sin precedentes, el rector dirigió la Universidad desde la clandestinidad por casi dos años, al extremo de ser obligado a salir del país.Pero fue mucho más difícil reemplazar a los docentes caídos o en el exilio, lo que dio como resultado un marcado descenso en la calidad académica de la institución.No se produjeron enfrentamientos armados en la capital, aunque en el interior del país sí hubo algunos choques de menor importancia.Lucas García, por su parte, estaba listo para resistirlo y lo hubiera podido haber aplastado fácilmente con las tropas de que disponía en el Palacio Nacional, pero su Jefe del Estado Mayor y amigo personal, coronel Montalbán Batres ―quien también era el jefe de la Administración Pública y quien realmente dirigía la administración del Estado en ese tiempo― le informó que los complotadores tenían como rehenes a la anciana madre del presidente de 90 años de edad, y a su hermana de 60 años, y que estas se encontraban en el pasadizo subterráneo que une al Palacio Nacional con la Casa Presidencial.[87] Tras rendirse, Lucas García fue conducido bajo escolta militar al aeropuerto, para ser expulsado del país; apenas media hora antes se había terminado el plazo dado por los sublevados para que el presidente Lucas se entregara pacíficamente, y las tropas habían tomado posiciones para un posible asalto al palacio, situado en el centro de la ciudad.Las calles de Guatemala quedaron ayer desiertas, y tanto tiendas como establecimientos cerraron sus puertas.La oposición centroderechista, a la que se unió un partido de ultraderecha, había denunciado un fraude en los comicios.La Junta, anunció, elaborará un «plan de trabajo que será presentado al pueblo lo antes posible».[78][98] Vivió los últimos doce años de su vida exiliado en Puerto La Cruz (Venezuela), con su esposa Elsa Cirigliano.
Memorial de la evacuación forzosa de Río Negro; los aldeanos se negaron a evacuar cuando el embalse de Chixoy se iba a empezar a llenar, dando lugar al hecho conocido como
Masacre de Río Negro
Mapa que muestra la ubicación de los más importantes proyectos que el Gobierno guatemalteco estaba ejecutando en la Franja Transversal del Norte, y los lugares en donde ocurrieron masacres en la misma región.
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