Giganotosaurus carolinii

Es probable que haya depredado una amplia gama de animales saurópsidos, incluyendo hasta gigantescos saurópodos titanosaurianos.La longitud del cráneo fue originalmente estimada en 1,8 m[13]​ pero se ha demostrado que esta reconstrucción es errónea y actualmente[¿cuándo?]Además, existe un segundo espécimen, MUCPv-95, conocido solo por unos fragmentos de la mandíbula izquierda, que superan comparativamente la del holotipo en un 6,5% u 8% según distintos cálculos.[2]​ Esto le daba una gran elevación sobre el suelo sin ser desproporcionadas, por lo que el animal todavía tenía una apariencia compacta y robusta.El cuarto trocánter, estructura del fémur que articula con la pelvis, era grande y estaba proyectado hacia atrás.[4]​ Probablemente, presentaba las extremidades anteriores, brazos, de un terópodo carnosaurio típico, algo pequeñas en relación con su cuerpo, con tres dedos cada una, terminadas en afiladas garras.[5]​ El Giganotosaurus tenía un gran cráneo, de los más grandes conocidos entre los dinosaurios terópodos, desproporcionado aún para su inmenso tamaño.Pero aunque se determine correctamente el tamaño o forma general del cráneo, no permitirá determinar el tamaño y forma exacta de sus cuatro grandes aberturas, la fosa antorbital, la cavidad orbitaria, la fenestra infratemporal y la fenestra de la mandíbula.El hueso lagrimal, ubicado justo delante de los ojos, conservaba una prominente cresta rugosa, similar a un cuerno, con profundos surcos, cuyo ángulo estaba proyectado hacia atrás.El hueso yugal conformaba el límite inferior de la cuenca ocular, al igual que en otros terópodos como el Tyrannosaurus, el Abelisaurus y el Carnotaurus.El Giganotosaurus no contaba con una cresta sagital en la parte superior del cráneo como en la mayoría de los terópodos y sus músculos mandibulares tampoco se extendían hasta la bóveda craneana.[13]​ Sin embargo, diferentes estimados posteriores han discrepado notoriamente con esta reconstrucción, considerando que 180 centímetros es una medida exagerada.[26]​ En 1998, Jorge O. Calvo y Rodolfo Coria refirieron un dentario izquierdo parcial que contiene algunos dientes, MUCPv-95, a Giganotosaurus.Calvo y Coria encontraron que el dentario era idéntico al del holotipo, aunque un 8% más grande, con 62 centímetros.También midieron el fémur del holotipo Giganotosaurus con una longitud de 1,365 metros, en contraste con la medida original, y propusieron que la masa corporal habría sido menor en general.[42]​[43]​ En 1987, A. Delgado descubrió un gran diente incompleto, MUCPv-52, de terópodo en las proximidades del Lago Ezequiel Ramos Mexía.[44]​ Giganotosaurus es un género del suborden Theropoda, relacionado con el clado Tetanurae, un grupo basal o "primitivo" de terópodos.Dicha posición sistemática se fundamenta con base en una serie de características anatómicas compartidas, sinapomorfías, en las piernas, el cráneo y la pelvis.Tanto los carcarodontosáuridos patagónicos como africanos, de mediados del periodo Cretácico, se encuentran estrechamente emparentados con Giganotosaurus.Tras el descubrimiento de Mapusaurus en el año 2006, caracteres homólogos del fémur y el cráneo demostraron un cercano parentesco con Giganotosaurus, inclusive mayor que en cualquier otro carcarodontosáurido.Los tres últimos mencionados, los cuales corresponden solo a taxones patagónicos, fueron reasignados en una nueva tribu llamada Giganotosaurini.Estos tres géneros comparten entre sí varias características, como el proceso postorbital del yugal, el cual en los tres géneros hay una base amplia en sentido anteroposterior, desde el frente hasta la parte de atrás, no tienen pleurocelos en las vértebras caudales, y varias características del fémur como un cuarto trocánter reducido o una cresta cruzada mal definida en su zona distal también se repite en estos taxones, pero no en los demás miembros de Carcharodontosauridae.[47]​ Concavenator Acrocanthosaurus Eocarcharia Shaochilong Carcharodontosaurus iguidensis Carcharodontosaurus saharicus Tyrannotitan Mapusaurus Giganotosaurus Entre el material fósil exhumado del holotipo se encontraba el neurocráneo, estructura ósea que daba asentamiento al cerebro, a sus estructuras nerviosas y vasculares anexas y al líquido cefalorraquídeo.Cuando el animal muere, todo el material blando dentro del neurocráneo se descompone rápidamente, dejando paso una cavidad hueca llamada bóveda craneal.[2]​[48]​ Aun así, Giganotosaurus es propietario del endomolde más grande de todos los carcarodontosáuridos, tanto en volumen como en longitud.En cambio, en los endomoldes realizados en especies de celurosaurios maniraptores, grupo que incluye a las aves y sus parientes más cercanos, sí se aprecian notorias marcas vasculares en la bóveda craneal.Los huesos largos de sus patas estaban funcionalmente unidos entre sí para transmitir las fuerzas generadas por las piernas y por sus fuertes pisadas, tal como ocurría en los demás terópodos.Sin embargo, el riesgo a graves lesiones que una caída al suelo provocaría en un animal tan grande en plena carrera, hubiese sido un factor bastante limitante.Otras presas potenciales hubiesen sido ornitópodos iguanodontianos no identificados de tamaño medio, localizados en la misma formación geológica que Giganotosaurus.[65]​ Entre los terópodos carnívoros que compitieron contra los giganotosaurinos por los mismos nichos ecológicos se encontraba Ekrixinatosaurus novasi,[66]​ un abelisáurido,[67]​ un posible neovenatórido,[68]​ y Buitreraptor gonzalezorum,[69]​ un dromeosáurido.
Giganotosaurus (en verde) comparado con algunos terópodos gigantes.
Recreación en vida de un Giganotosaurus . Basado en los últimos estudios anatómicos.
Réplica de un esqueleto de Giganotosaurus montado en el Museo Australiano de Sídney .
Restos originales del cráneo parcial de Giganotosaurus carolinii , MPEB.
Cráneo reconstruido de Giganotosaurus en Japón .
Dientes fósiles de Giganotosaurus .
Comparación de un Giganotosaurus con un humano .
Restos de Giganotosaurus carolinii en el Museo Paleontológico Ernesto Bachmann de Villa El Chocón .
Reconstrucción montada del esqueleto, MPEB.
Reconstrucción del esqueleto en el Centro de Ciencias de Maryland, Baltimore .
Réplica del esqueleto de Giganotosaurus carolinii en el Museo municipal Carmen Funes. Los dientes aserrados y estrechos, y la complexión relativamente delgada que se ve en esta especie es característico de los carcarodontosáuridos . [ 9 ] [ 45 ]
Reconstrucción del cráneo de Mapusaurus , taxón hermano de Giganotosaurus , en el Museo Carmen Funes .
Detalle de un cráneo de Giganotosaurus carolinii en el Museo Carmen Funes .
Como se ve en este modelo, es más probable que su piel estuviera cubierta de escamas y no de plumas . Descubrimiento hecho por las relaciones filogenéticas halladas en estudios sobre su cerebro.
Restauración de un ejemplar caminando.
Ilustración de un Giganotosaurus alimentándose de los restos de un Andesaurus .
Esqueleto de un Giganotosaurus en posición ataque, en el Museo Fernbank de Historia Natural, Georgia .
Montaje esquelético de Giganotosaurus atacando a un saurópodo , en el Museo de Historia Natural de Helsinki .
El parque nacional Conguillio y otras zonas abundantes en araucarias, presentan similitudes con el ambiente en que vivió Giganotosaurus, hace 96 millones de años.
Reconstrucción del esqueleto de Argentinosaurus , en el Museo Carmen Funes , de Plaza Huincul . Este género fue uno de los dinosaurios más grandes que se han conocido. Convivió con carcarodontosáuridos similares a Giganotosaurus y pudo haber sido una de sus presas.
Modelo de Giganotosaurus carolinii en el hall de la entrada de la estación central de Fráncfort .